miércoles, 12 de marzo de 2014

Capítulo 22: Enemiga secreta.

Anteriormente: Selenia descubrió la verdad sobré Anna, sabe que esta viva, y junto a ella y su hermano recién llegado de Argentina, comienzan a tramar un plan de venganza contra Ximena, que resulta muy exitoso. 
El viernes por la mañana, antes de regresar al trabajo, reciben la noticia de que la mujer morena sera trasladada, así que nuestras protagonistas sienten que pueden respirar tranquilas, pero la paz es solo momentánea: En ZR, Obatta espió a Selenia y se entero de su relación secreta con Daigo... y ha decidido despedirla.
Por otro lado, las inseguridades de Akihide hacia Charlotte siguen latentes y pueden acrecentarse más aún después de una extraña conversación con las muchachas de Kara, en especial por la respuesta de Hanmie. Además, Clavin Chen a decidido sembrar dudas en la pelirroja, de forma bastante eficiente. Este hombre... está a punto de realizar su movimiento más arriesgado para aislar a su presa...
Cuales son las verdaderas intenciones de Clavin Chen? Logrará separar a nuestros protagonistas? 
Selenia abandonará ZR?

Capítulo 22: Enemiga secreta.

Kazunari Ninomiya entró corriendo al camarín para buscar al resto de los muchachos de su grupo y contarles sobre los acontecimientos que se estaban desarrollando en la productora, pero sin saberlo, o por la prisa, se confundió de lugar y... Encontró a las chicas de Scandal charlando sobre las cosas más triviales que se les podían ocurrir, especialmente sobre la apariencia de los artistas extranjeros masculinos. Las muchachas lo miraron sorprendidas, pues no esperaban que alguien entrara de esa forma, anunciando que ocurría algo terrible. La curiosidad fue más fuerte que cualquier extrañeza.
Haruna: (con mirada insistente) ¿Qué es lo terrible y horrible, Nino-kun?
Mami: Debe ser muy terrible como para que entres así.
Ninomiya: Es Nino-san. Y de verdad es terrible. Está ocurriendo un verdadero escándalo en ZR.
Rina: (se levanta de un salto) ¿En serio? ¿Dónde?
Las tres chicas que hablaron se acercan a Kazunari de una forma casi acosadora, intentando enterarse de lo que sucedía en la productora, pero él sólo deseaba ir al camarín correcto para hablar con sus compañeros.
Tomomi: (elevando la voz) Chicas, tenemos ensayo en quince minutos, deberíamos ir para la sala de... (Evidentemente ignorada por sus compañeras) Oigan, no me ignoren. Tenemos que...
Estas tres chicas directamente dan la espalda a su compañera, más interesadas en el chisme que en esperar aburridamente. Abren la puerta para salir del camarín y enterarse mejor del escándalo que estaba ocurriendo, en compañía de Kazunari. Apenas pusieron un pie afuera, vieron a alguien correr por el pasillo a toda prisa, en dirección a la oficina de Obatta. ¿A quién creen que reconocen? Pues nada más y nada menos que a Jiro Wang, número uno en el chisme.
Las muchachas que planeaban ir de metiches, al ver al idol taiwanés, salieron corriendo tras él, como almas que lleva el diablo. Sólo Kazunari y Tomomi se quedaron en la entrada, viendo como los demás miembros de Fahrenheit y Arashi salían poco a poco, con expresiones extrañarse en sus rostros. Al parecer, a ellos también los tomó por sorpresa la reacción de Jiro.
Jun: (acercándose a Kazunari) ¿Qué es lo que sucede, Nino?
Shoo: ¿Por qué hay tanto revuelo? Jiro-kun salió corriendo a enterarse.
Aaron: No se sorprendan por Jiro. Él hace todo por el chisme.
Calvin: Sí, mejor dejen que se vaya, va a volver pronto a contarnos todo.
Ninomiya: Pero... pero... Acaban de despedir a Se-chan.
Los cuatro miembros restantes de Arashi salieron corriendo junto a Kazunari hacia la oficina de Obatta. No podía ser que, el mismo día en que se reincorporaba, sea despedida tan abruptamente. Ellos irían a brindar su apoyo para impedir semejante injusticia. Y, sin que se dieran cuenta, fueron seguidos por Calvin y Aaron, quienes se movían por pura curiosidad y para matar el aburrimiento. No sabían nada sobre la tal Se-chan, aunque... Tampoco importaba, ¿verdad? Sí todo el mundo estaba tan revolucionario... Seguramente no se trataba de algo insignificante.
A medida que se acercaban a la oficina, ya podían ver la tremenda reunión. Ni un solo personaje de la productora estaba ausente. Los tres miembros de Breakerz estaban en el centro de la multitud, junto a Obatta, con quien discutían de manera acalorada. De pronto sale de la oficina una muchacha de pelo corto y negro para entregar al director de vestuario una hoja mecanografiada.
Obatta: (lee rápidamente) Bien, bien. Está muy bien escrita.
Daigo: (acercándose a Selenia) ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo podés escribir tu carta de despido?
Obatta: Por lo menos al final se comporta como una buena empleada.
Akihide: Oba-san, perdona a Se-chan. ¿Sabes lo que va a costarte conseguir una nueva asistente?
Shinpei: Además, salir con Daigo no es motivo de despido...
Perfume: (sí, las tres al unísono, se acercan de repente a Selenia) ¿Qué? ¿Ella sale con Daigo-san?
Nocchi: De todas formas (se para frente a Obatta) ¿Por qué la está echando? ¿Cuál es su error? ¿Enamorarse? ¿Ese es motivo para despedir a alguien? ¡Es injusto!
Después de tan buenas y oportunas palabras, los miembros de Arashi y varios empleados de la productora brindan su apoyo a Selenia, y no dudan en expresar su oposición, a viva voz sí era necesario, pero el terquísimo jefe de vestuario no estaba dispuesto a cambiar de opinión, así que con un estrepitoso alarido los hizo callar. Selenia, en una relación con Daigo Naito, era una bomba de tiempo a punto de estallar y arruinar la paz que habían conseguido, él, Anna y su familia. Desde el principio, temió que semejante catástrofe ocurra, por eso lo advirtió, lo advirtió claramente desde el principio.
Obatta: Este no es su asunto. No se entrometan y regresen a trabajar ahora.
De pronto, un muchacho bastante joven, con muy buena estatura y expresión extraña, se para frente a nuestro soberbio protagonista. Este último, y el resto de los presentes no entienden lo qué estaba haciendo este joven, quien lo miraba de una forma cada vez más sería, sin llegar a intimidarlo.
Muchacho: Deberías decir algo por ella, ¿no? La están despidiendo por tu culpa. ¿No deberías hacerte cargo de tu chica y de tu relación hasta el final?
Taemin: (maknae de Shinee) ¡Hyung, sos tan cool!
Muchacho: (sin perder la seriedad) Cállate.
Daigo: (observa al muchacho, intrigado, mientras realiza a Selenia un gesto para que se acerque discretamente, y una vez que ella lo hace, le habla de forma casi confidencial) ¿Y este quién es?
Selenia: Choi MinHo de Shinee.
Daigo: (a todos, con voz clara) En realidad, a mí no me importa sí la echan, es mejor para mí.
Akihide y Shinpei: (perplejos) ¿Qué estás diciendo?
Daigo: (como si no los hubiese oído) Hace tiempo que estoy pensando en contratar a una asistente personal, y esta decisión me beneficia.
Akihide: ¿Cuándo ideaste semejante locura sin consultarnos?
Shinpei: (también indignado, está a punto de protestar, pero ve que Daigo le dirige un guiño... Y de inmediato comprende la treta) A mí me parece una idea fabulosa. Breakerz debería tener una asistente que esté junto a nosotros todo el tiempo.
Daigo: Que bueno que lo hayas entendido.
Akihide: (comprende la confabulación) Es cierto. Además, también podría ser una especie de guardaespaldas.
Daigo: Claro. Si se mete en problemas, tendríamos la excusa perfecta con el tal Kishimoto.
Shinpei: Si... Daigo es él famoso, Se-chan la guardaespaldas... Sería como esa película.
Akihide: Y creo que ella tiene la fuerza suficiente como para llevarlo en brazos.
Daigo: ¿Qué están diciendo?
En tanto ocurría está descabellada conversación, los presentes observaban a la banda con rostros cada vez más extrañados, especialmente Selenia y Obatta. Este último ya sentía náuseas por solo oír lo que estaba oyendo. ¿Acaso se habían vuelto locos? ¿En vez de alejar a su asistente de Daigo, el despido tendría el efecto contrario? ¿Estarían más cerca que antes? No, imposible. No podía permitir que ocurra semejante tragedia. Ese trío de locos era capaz de llevarla a vivir con ellos. Ya estaban comentando sobre la dificultad de que la simpática extranjera viva en Nakano... Tenía que detenerlos antes de que sea tarde.
Obatta: ¡Basta ya! Sus locuras son de pésimo gusto. No pienso tolerarlo.
Daigo: No te metas. Vos ya la despediste. Este no es tu asunto.
Obatta: (rompe la carta de despido que tenía en sus manos) Sobre mi cadáver ustedes harán lo que les da la gana. Ella sigue siendo lo asistente. Ahora vayan a trabajar.
Wow, que efectiva fue la broma de Breakerz, en apenas un minuto convencieron a Obatta para que '"recapacite" y cambie su abrupta decisión de despedir a Selenia. El público presente estaba muy impresionado y a la vez tranquilo, así que poco a poco abandonaron el pasillo en dirección a los camarines y otros sectores de actividad. Obatta también volvió al trabajo, llamando a su sorprendentemente callada asistente. ¿Por qué Selenia estaba tan muda? Ese no era para nada su estilo. Lo cierto es que nuestra protagonista, por un momento, perdió absoluto control de la situación que afrontaba. Tanto de su despido como de la verdad que sabía respecto a Anna, que también involucraba al tío de esta. ¿Cómo actuar naturalmente ante Daigo mientras le ocultaba un secreto tan grave? ¿Cómo ver a Obatta a la cara si ella sabía lo que estaba pasando? ¿Cómo mantener la calma si, de alguna forma estaba traicionando a su novio y a su jefe? Llena de todas esas dudas, Selenia sentía que la situación se le estaba saliendo de control... y si ella no podía tener un cierto orden, tampoco podría reaccionar de acuerdo a las circunstancias.
Pese a su carácter impulsivo, a Selenia le gusta tener un mínimo de orden aunque sea, un límite. Pero si este desaparece de su vista, como estaba ocurriendo en su situación actual, ella no sería capaz de saber hasta dónde podía llegar. Cual carrera en la que se debe tener fijos los ojos en la meta y organizadas las fuerzas físicas, al encontrarse con un abismo en medio del camino, lo mejor es dar un paso al costado. Y nuestra protagonista se sentía en esa situación: a un lado del precipicio, a punto de ser arrojada por el resto, o dando un paso al costado para no terminar mal. ¿Y cuál era su paso al costado? Ella lo sabía muy bien, pero todavía no estaba tan arrinconada.
Selenia: (acercándose a Daigo, antes de que él se vaya) ¿Qué fue todo eso?
Daigo: (con seriedad) No van a separarnos. Importa poco lo que haya dicho Oba-san, no voy a dejar que te alejen de mí.
Selenia: (un poco avergonzada) ¿Por qué de repente te pones tan serio?
Daigo: Yo sé lo que hago. ¿Qué pasó con la mujer maravilla? ¿Tuviste miedo de Oba-san?
Selenia: Sabia que Oba-sensee me despediría si se enteraba... No podía contradecirlo. Después de tantas peleas... que me despida no me sorprende.
Daigo: (le acaricia la cabeza de manera burlona) Pero no te despidieron. Seguís aquí y seguimos juntos. De verdad soy capaz de llevarte a trabajar conmigo si te vas de ZR. (Se va sin darle oportunidad de que conteste).
Selenia: (mientras lo ve irse) Tsk... ¿Qué le picó de golpe? (Da media vuelta y se choca con Ichiyo) ¿Pasa algo?
Ichiyo: (preocupada) ¿De verdad... (Traga saliva) estás saliendo con Daigo-sama?
Selenia: (lanzando un suspiro) Si... algo así.
Ichiyo: Sooka... Por favor, cuidate mucho entonces. (Ante la sorpresa que revelaba el rostro de Selenia) No lo digo por Daigo-sama, sino... porque había otra mujer... una que... hizo sufrir a Anna-san de un modo terrible. Cuidate de ella. (Se va).
Resultaba raro para Selenia escuchar una advertencia como esa. No creyó que Anna e Ichiyo fuesen tan cercanas como para que esta última tuviese acceso a tantos por menores. ¿Cuánta gente sabia sobre las cartas de amenaza? Asintió para tranquilizarla, aunque no entendía a que se estaba refiriendo. ¿Por qué Ichiyo lo sabía? ¿De verdad corría peligro con esa fan desquiciada dando vueltas...? ¿Y si esa fan fue quien atacó a Atsuko  en Koochi? ¿Era posible algo así?
Mientras ella regresaba al trabajo Breakerz continuaba con los ensayos, con pocas ganas, pues estaban bastante distraídos. Especialmente el vocalista, que olvidaba ciertas partes de las canciones. Shinpei y Akihide también confundían algunos acordes. Matsu-kun y Makoto nada entendían, hasta que les preguntaron qué pasaba, pero les resulto un poco difícil, a ellos, explicar que... después de ese casi despido... resultaba bastante difícil pensar en un ZR sin Selenia correteando por ahí, con su japonés cantado. Ahora que comenzaban a considerarlo con detenimiento... Y recordaron que a esa casi despedida le estaba pisando los talones una despedida definitiva. ¿Qué haría Shinpei una vez que ya no pudiese volver a ver a su adorada Megg? ¿Cómo podría Akihide regresar a esas aburridas noches sin más conversaciones telefónicas con la pelirroja o encuentro casuales e inesperados, entre los planeados con anticipación? A diferencia de ellos, Daigo no pensaba en esto. Al menos Selenia estaba viva, y no se alejaría de él por causas de fuerza mayor. Que tenga que irse voluntariamente en casi dos meses no representaba el fin del mundo... Pero, mientras tanto, estaría a su lado hasta que llegue la hora de regresar.
Shinpei: (se sienta, con resignación) No puedo seguir así... Pienso en que pronto tendré que despedirme de Meggu-chan y me parece una pesadilla.
Akihide: (deja la guitarra a un costado) Es cierto... Yo no creo que pueda acostumbrarme a la ausencia de Charotte.
Daigo: Disfruten lo más que puedan con ellas, para no arrepentirse después. El Spring fest está cerca, no contaminemos nuestras mentes con pensamientos negativos.
Shinpei: Te lo estás tomando demasiado bien. ¿Tan poco querés a Se-chan?
Akihide: Yo en tu lugar estaría comiéndome las uñas.
Daigo: Ella saldrá de Japón viva... eso es lo que importa. Ustedes solo están pensando en lo que sentirán después, no en lo afortunados que son. Al menos no las perderán para siempre. Mientras hay vida, hay esperanzas.
Shinpei: (apenado) Ay, Gomen... Había olvidado... lo que sucedió.
Akihide: (apenado también) Gomen nasai. Debes pensar que somos dos idiotas.
Daigo: Lo pienso desde un principio, no necesitaba esta demostración. (Se pone de pie de manera sorpresiva) Ya que no estamos aptos para seguir ensayando, vamos por unos refrescos.
Pese al insulto de Daigo, los dos guitarristas creyeron que lo mejor sería salir a dar una vuelta y despejarse un rato, para poder pensar mejor que harías después, no con respecto al Spring fest, sino… a sus relaciones. Tanto intento de relajación provocó que uno de ellos confundiera su abrigo con una que fue dejado allí previamente por una de las muchachas que antes ocuparon la sala de ensayo y que, minutos posteriores a la partida de Breakerz, regresaran para buscar lo que habían olvidado: sus cardiganes y sweaters livianos.
Hanmie: (agarrando el único que quedaba) Este no es mío…
JiYoung: (mirando bien el sweater) Pero… si es igual, unnie…
Hara: (también observa) Le falta el broche de moño que tenía el abrigo de SeungYeon unnie.
Gyuri: Es un abrigo, ¿qué importancia tiene? Vamos que se nos va a hacer tarde y luego no sabremos como regresar.
Hanmie: Es el broche que me regaló mongshil [1], no quiero que se pierda. Seguramente quien tomó mi abrigo y dejó este regresará, así que vayan ustedes y yo las alcanzaré después.
Nicole: Te puedo comprar otro broche, unnie. No te quedés aquí sola.
Gyuri: Si quiere quedarse, déjenla. Después nos alcanzará. (A Hanmie) Avisanos luego si apareció quien tomó tu abrigo así te esperamos. 
Hanmie quedó sola en la sala de ensayos vacía, vigilando a cada rato por si el dueño del abrigo se dignaba a aparecer. Como entretenimiento, mientras tanto, practicaba su canción Guilty en japonés con mucha suavidad, hasta que se dio cuenta de que estaba cantando fuera de ritmo. No quería que algo semejante suceda en el escenario, así que intentó arreglarlo, pero no quedaba conforme. Comenzó a buscar el mp3 con las pistas de música sin éxito, pues seguramente Gyuri se lo había llevado, cosa que solía hacer. Solo encontró en su mochila las partituras que debía entregar, aunque no le servían de mucho. En tanto trataba de guiarse con ellas, el frío del aire acondicionado la obligó a dejar de lado su extrañeza y colocarse el abrigo ajeno. Pero no dejó de practicar, deteniéndose con frecuencia... seguía inconforme.
De repente, mientras interpretaba el clímax de la canción, suavizando el tono de voz, escuchó que la puerta fue abierta... Seguramente se trataba del dueño del abrigo que ella llevaba puesto, y este no era otro más que nuestro pelilargo protagonista. Hanmie casi da un brinco de la impresión, pues el semblante de Akihide le pareció extraño. ¿Se molestó al verla con su sweater?
Hanmie: (con una breve reverencia) Ahjussi, gomen nasai.
Akihide: (le extiende el sweater con broche incluido) Gomene. Estábamos un poco apurados por irnos y los muchachos agarraron todos los abrigos de prisa sin notar la diferencia.
Hanmie: (toma el abrigo) Arigatoo gozaimasu. (Lo deja a un lado para quitarse el de Akihide y se lo entrega) Aquí está el tuyo, Ahjussi.
Akihide: (rápidamente quiere despejar una duda) Vos... ¿estabas cantando hace un momento?
Hanmie: (apenada) Si... lamento que se haya escuchado mal, pero no tengo la pista...
Akihide: Se notaba que estabas a destiempo, pero... es una canción muy bonita... y tu voz está muy bien.
Hanmie: ¿De verdad crees eso, Ahjussi?
Akihide: Claro, hasta me gustaría escuchar la canción completa.
Hanmie: Pasa que... (Le muestra unas hojas) No tengo la pista, solo las letras con la partitura. Voy a cantar a destiempo otra vez.
Akihide: (agarra las partituras y las observa con gran velocidad) Bueno... No hay problema. (Sujeta su guitarra y se sienta) Podés practicar así, ¿verdad?
Hanmie: (se acerca un poco) ¿No hay problema, Ahjussi?
Akihide: (acomoda la partitura) No. De esta forma puedo escuchar la canción y vos podés practicar. 
Hanmie no lo duda y se sienta cerca de Akihide. Cuando comienza a ejecutar las primeras notas, ella se siente de inmediato en sintonía para cantar Guilty, su solo. De una forma tan extraña y casual, se le estaba presentando una oportunidad que no esperaba: recibir el acompañamiento musical de un guitarrista tan diestro como nuestro pelilargo protagonista. Apenas vio las partituras, pero la canción fluía desde su guitarra como si la hubiese conocido de toda la vida, y esto provocaba que la cantante coreana se encontrara muy cómoda a su lado. 
A su vez, Akihide estaba a gusto siempre que tuviese una guitarra en las manos, pero la voz bien entrenada y localizada de SeungYeon le generaba una sensación de calidez, pues ella lograba representar muy bien el espíritu de la canción: el deseo de huir de la soledad, el temor de un alma desesperada... podía entristecer y esperanzar a alguien en cuestión de segundos.
Hanmie: (entusiasmada, una vez que termina la canción) Ahjussi realmente es increíble. Tocaste tan bien que hasta me emocione.
Akihide: Es una bonita canción. Con sentimientos tristes, pero deja un espacio para las esperanzas... y el ritmo lo equilibra.
Hanmie: (con curiosidad) ¿Alguna vez sentiste algo así, Ahjussi? (antes de que Akihide pueda decir algo, suena su celular) Debe ser mi unnie (lee el mensaje de texto y contesta mientras se pone de pie) Están esperando por mí. Me gustó mucho hacer música con vos, Ahjussi. Reunámonos en otra ocasión, cuando tengas tiempo libre (se despide con una acentuada reverencia y sale rápidamente).
Nuestro guitarrista no se queda solo mucho tiempo, pues mientras piensa en lo curioso de todo lo que pasó, aparece Charlotte en la sala… Un momento… ¿Ella estaba cerca? ¿Escuchó lo que había sucedido? Pero no tenía de que preocuparse, seguramente la pelirroja no era de las que se ponían celosas solo por verlo hablar con otra chica… aunque por el semblante que tenía, parecía que sí. ¿Y bien, Akihide? Parece que no sos el único que siente celos por algo tan trivial como una conversación, simple y cotidiana… (Esta no tuvo mucho de eso, ¿no?)
Akihide: Charotte… ¿cómo estás?
Charlotte: (seriamente, lo mira con mucha concentración antes de contestar) ¿Es cierto que Obatta quiso despedir a Selenia?
Akihide: Sí…Pero no lo hizo. Gracias a una locura que Daigo ideó, terminó cediendo. Se-chan forma parte de ZR aún. No hay de qué preocuparse.
Charlotte: (se sienta a su lado) Que bueno. (Le extiende una tarjeta) Este sábado se realizará el desfile del que te había contado, así que… si tenés un tiempo, podrías ir.
Akihide: (agarra la tarjeta) Claro que iré (cambia el entusiasmo por desagrado), aunque estará Ximena, ¿verdad?
Charlotte: No. Mañana ella volará a Europa y no volveremos a verla.
Akihide: ¿Por qué lo decís con tanta seriedad? Eso es motivo de festejo.
Charlotte: (intentando no ablandarse… termina soltando la pregunta que tenía entre pecho y espalda) ¿Qué hacías tocando para esa chica? ¿Qué hacían los dos tan juntos?
Akihide: Es lo que dijiste. Estaba tocando la guitarra, ella cantaba. Eso es todo.
Charlotte: ¿Y por qué?
Akihide: No tenía un motivo en particular… (Al ver que Charlotte se torna indignada) Solo… quería escuchar esa canción… Y practicar un poco con la guitarra.
Charlotte: Pues me molestó que practiques con ella, así que no lo hagas más.
Akihide: ¿Por qué te molestás? Yo no le veo nada de malo. (Intenta verse más animado) Pero dejemos ese tema de lado. Deberíamos celebrar que Ximena nos dejará en paz.
Charlotte: (con interés disimulado) ¿Cómo?
Akihide: Pues… antes de saberlo, había pensado que podíamos ir al cine (le entrega una entrada que tenía en el bolsillo del sweater –ahora entendieron el interés por volver y recuperarlo) este sábado. Creo que te dará tiempo de ver la película e ir a prepararte para el desfile.
Charlotte: (observa la entrada, y luego a Akihide) Si, es un excelente horario, y justo me interesaba esta película. Aunque si vamos a celebrar, preferiría un lugar más íntimo que un cine.
Akihide: (la mira, extrañado) ¿Más íntimo?
Charlotte: (mirándolo con astucia) Si, un lugar donde estemos solos.
Akihide: (pensativo) Ah... Entiendo. Yo… te paso a buscar una hora antes de la película, ¿está bien?
Charlotte: (asiente y sonríe sensualmente) Me parece bien.
Akihide: (meditativo) Eh... También quería decirte algo, pero... mejor lo dejamos para la cita.
Charlotte: No, decímelo ahora.
Akihide: Que bueno que te pusiste de mejor humor.
Los cinco muchachos de Arashi aparecen imprevistamente, pues ya les tocaba ocupar la sala de ensayos, así que, en definitiva, a Charlotte y Akihide tendrian que esperar hasta el sábado para poder hablar tranquilamente sobre ese “algo” que el guitarrista no pudo decir y que ella quería escuchar. ¿Y que sería? ¿Lo que la pelirroja estaba esperando (y sinceramente, nosotros también)? ¿Akihide por fin le revelaría sus verdaderos sentimientos? Todo esto y más… El sábado.
Pero aguarden… antes de pasar al sábado, les comento que Charlotte no es la única que tienen planes para ese día. Como todos los 5 de mayo en Japón, se festeja el kodomo no hi [2], y eso solo significa una cosa: la oportunidad de vender comida. ¿Y quién necesitaba hacer ese trabajo para ganar dinero y pagar las deudas que contrajo involuntariamente? Así es, nuestra simpática protagonista. Si bien en un principio había querido ceder ese fin de semana para compensar la pésima que cita que soporto Daigo, resolvió que eso podía esperar. Era más urgente librarse de la deuda en buenos términos, pues si la verdad de Anna llegaba a saberse más temprano que tarde, y con todas las consecuencias que esto implicaba, prefería no deberle nada... Ya era demasiado con los remordimientos silenciosos que aguantaba por no ser del todo sincera ni con él ni con sus amigas, a quienes había dicho que... a Ximena la asustó un zombi (es decir, el disfraz de su hermano). En fin, con el cantante quedó en reunirse en el desfile.
Durante la mañana, se quedaron en el edificio, mecanografiando la conclusión de la tesis que previamente redactaron a mano en un cuaderno. Al mismo tiempo, Selenia comenzaba la traducción al español de la cual Charlotte y Megg harían otra en inglés. Con suerte, la semana siguiente tendrían la tesis lista, junto al sus versiones en otros idiomas. Solo debían pasar un momento a la universidad para ver las notas que obtuvieron en sus exámenes complementarios de inglés y deportes. Al regresar, la rubia lucia muy satisfecha, alentando a las otras dos... quienes lucían decaídas.
Tsugumi: (una vez que las tres llegaron) Chicas ¿cómo les fue...? ¿Qué son esas caras?
Megg: (contenta) Ochenta y cinco en deportes y ochenta y nueve en inglés.
Charlotte: (decaída) Noventa y tres en inglés... y cincuenta y cinco en deportes...
Selenia: Cien en deportes... y (se cubre la cara, como si quisiera llorar) cuarenta y dos en inglés... Voy a perder la beca por mi ignorancia...
Atsuko: Pero... estuviste estudiando inglés durante todos este tiempo... ¿Cómo puede ser?
Maya: Y se me hace raro esto, Charotte. Pensé que aprobarías.
Charlotte: No me fue muy bien en la parte escrita. Y en la práctica... creo que tampoco.
Selenia: El examen oral fue muy complicado para mí... con mi pronunciación de queso... Por lo menos no nos aplazaron y tenemos una nueva oportunidad de rendir.
Tsugumi: Si una aprobó bien deportes, y la otra inglés, pues...
Atsuko: ¿Podrían ayudarse mutuamente? Es buena idea.
Charlotte: (a Selenia) Suena genial. Pregúntame algo sobre deportes.
Selenia: (piensa brevemente) ¿Cuál es el deporte nacional de Japón?
Charlotte: (sin pensarlo demasiado) Karate. (Como ve que Selenia la mira y no le responde) ¿Acaso no es así?
Selenia: Es el sumo, el sumo. Ahora pregúntame vos algo.
Charlotte: Te doy una pregunta bien fácil para comenzar: ¿Qué expresión se utiliza en inglés para llamar la atención a un sujeto?
Selenia: (confiadamente) Hey you, guy.
Charlotte: (incrédula) No es del todo incorrecta... pero no. Es Excuse me.
Así siguieron practicando un rato, pero no llegaban a ninguna parte. La mala pronunciación de Selenia y las grandes confusiones de Charlotte solo generaban risas en las muchachas que estaban observándolas, no lograban llegar a algún lado. Aunque estas dos eran muy tercas, y solo dejaron de hacer ese pingpong cuando estuvo la comida.
Luego del almuerzo, ambas comenzaron a arreglarse para sus respectivos asuntos: La venta de comida con forma de Koi [3] para el kodomo no hi y la cita en el cine. Mientras la pelirroja opto por llevar un vestido recto blanco con encajes, que le daba un aspecto más bien angelical, Selenia llevó su muda secreta para el desfile bajo una yukata que evidentemente le quedaba grande, pero alegó que si usaba su verdadero talle... parecería una... "una de esa clase de tipas que ustedes ya saben", respondió. La morocha se preparó y salió de inmediato, no sin antes pedir que le avisen a qué hora se reunirían en el lugar del desfile, y nuestra llamativa protagonista espero por Akihide, quien llegó puntualmente, como siempre, justo un minuto después de que Selenia se marchó.
Apenas bajo del automóvil, la saludo cortésmente y la invito a subir, pero no reparó en su aspecto, según ella supuso por la falta de comentario al respecto, así que, ya en el asiento de continuo, se lo pregunto directamente. Para responderle, el guitarrista ni siquiera la miró. Simplemente lanzó un "siempre te ves muy guapa" que no conformó nuestra protagonista. Primero, porque no dirigió los ojos hacia ella, y segundo, porque no se extrañó por el cambio de estilo. Aunque para él era perfectamente normal, pues estaba más concentrado en lo que debía decir, en la forma más natural de hablar para no dar marcha atrás. Lamentablemente, a Charlotte esa concentración en otra cosa le resulta bastante desagradable. Me parece o esta cita de celebración pinta a fracaso antes de comenzar...
Como ya les había contado, Selenia salió del edificio un minuto antes de que Akihide pasara por Charlotte, y para el momento en que estos dos ya llegaban al cine, ella estaba en “el campo de batalla”, por así decirlo. La gente estaba reunida, los niños jugaban libremente mientras en sus casas se mecían con el viento los koinobori [4], no faltaban las exhibiciones sobre samuráis y sus cuentos sobre épocas antiguas. Muchos se acercaban a escuchar la leyenda de la Puerta del Dragón [5], que tenía el propósito de trasmitirles los valores de la fuerza y perseverancia. Entre tanto, la venta de nuestra protagonista se realizaba con tranquilidad, pero sin demasiada efervescencia. Parece que haría falta más que eso para pagar la deuda... ¿o lo que necesitaba era ofrecer algún tipo de atractivo? Posiblemente. En el Hinamatsuri, sus amigas junto a las muchachas japonesas, Orochi, Oiwa y KyunHo colaboraron para atraer a la clientela. Pero ahora estaba ella sola, y su hermano no podría ayudarla hasta que terminara su reunión. Aparentemente estaba perdiendo un poco el tiempo…
Muchacho: (aparece de repente y luce muy animado) Ahju… digo, obasan, quiero un taiyaki.
Selenia: (reconoce al joven) ¿Lee TaeMin? (los demás miembros de SHINee aparecen tras él) Ah… Están todos, pero que sorpresa.
Key: (confundido) ¿No sos la noona a la que casi echan de ZR?
Selenia: Si. Pero por suerte no me echaron. (Mientras habla, sirve el taiyaki a TaeMin)
JongHyun: ¿Y por qué estás trabajando aquí?
Selenia: Recién salí del hospital, y los gastos médicos me dejaron una buena deuda que el seguro no cubre.
Onew: (acercándose un poco para mirar la comida) Ah… ¿Y qué hay aquí?
Selenia: (mientras va indicando) Okonomiyaki en forma de carpa [koi], manju, taiyaki, imagawayaki, tempura de pescado en forma de carpa también, Qoo y ramune [6].
Onew: (con curiosidad) ¿Tenés Ramune de chocolate? Nunca la probé.
Selenia: Si (la busca y se la sirve).
Los demás miembros del grupo también se distraen un poco preguntado más cosas y comprando algunos dulces y refrescos antes de continuar el recorrido. Sin darse cuenta, comienzan a charlar con nuestra simpática protagonista hasta quedar envueltos en una conversación muy animada, en la que Selenia les pregunta sobre las cirugías plásticas en SM (agencia de SHINee), y si es cierto que todos los idols que tienen contrato con la empresa se habían sometido a alguna modificación estética, a lo que TaeMin contestó impulsivamente que eso era frecuente hasta en las personas no famosas. “Por ejemplo” siguió, “Key hyung se operó las…” pero ni bien lo escuchó, el aludido le lanzó un golpecito correctivo para que no hable más. “Hyung, casi me partiste un labio” replicó el muchacho, adolorido, y le fue respondido “te partiré la boca si volvés a decir algo así”. La morocha se quedó pensando en lo homosexual que sonaba eso a sus oídos… Sin embargo, pronto notó como, luego de que apareció la banda, mucha gente se acercó para comprar algo, y verlos y alegrar la vista.
Selenia: (murmura como un detalle) Parece que ustedes me traen suerte.
Onew: (observando alrededor) Es cierto... ¿Noona, podemos quedarnos y ayudarte?
MinHo: (bajo, al líder del grupo) No podemos hacerlo...
Onew: Claro que sí. Tenemos permiso de salir. Además, estoy seguro que la gente que esta aquí ira al Spring Fest. Esto también es un tipo de marketing.
JongHyun: Se oye divertido. Hagámoslo, hyung.
Key: Un poco de contacto con la gente nos hará daño.
TaeMin: Claro, quiero ver que tan populares somos en Japón (se acerca a MinHo, y le habla con un tono de voz adorable). Anda, hyung, no seas aguafiestas.
MinHo: (resignado) Está bien. 
A los pocos minutos ya había una tremenda multitud alrededor del puesto. Selenia no sabía de donde habían salido tantas chicas, pero estas disfrutaban contemplar las sonrisas de los muchachos, excepto MinHo, quien se mostraba serio... aunque también se deleitaban con esa seriedad (jejeh). Gracias a esto, la venta terminó más rápido de lo que nuestra protagonista hubiese imaginado, incluso más aprisa que aquella vez en que estaba con sus amigas (¿gracias al encanto de SHINee?). Y lo mejor de todo fue que... dado el evento, ninguna de ellas tenía algo con que tomar fotografías, pues no esperaban semejante encuentro, así que... lo que sucedió sería un secreto.
TaeMin: (con un ramune en la mano, aliviado) ¡Ah! Siempre quise probar el de arándano. Que rápido termino la venta, yo quería jugar un rato más.
MinHo: No era un juego. Somos muy afortunados de que la empresa no se entere de esto.
Key: No te lo tomes de ese modo. Nuestros "vengan a vernos la próxima semana en el Spring fest" fueron muy convincentes. Esas chicas deben estar comprando los tickets.
Onew: Pero lo más divertido fue JongHyun diciendo "estaré en el ranking de los chicos más sexies, voten por mí". Podría reír hasta morir con eso.
JongHyun: Si voy a aparecer, quiero ganar. (A Selenia) Noona, vota por mí.
Selenia: (en tono de burla) Ah... No sé... no me demostraste ser muy sexy... (Cuando ve que el rostro del idol se torna extrañado e indignado) Es broma. Te votaré y pediré a mis amigas que lo hagan. (Consulta la hora desde su celular) Genial, puedo llegar temprano.
TaeMin: (curioso) ¿A dónde vas, noona?
Selenia: A un desfile de modas. No me gustan esos eventos, pero una amiga mía desfila... Si les interesa, pueden venir conmigo.
MinHo: Suena bien, pero debemos regresar al...
Onew: Claro que suena bien. ¿En verdad podemos ir?
MinHo: Pero...
Key: ¿Tu amiga es la chica pelirroja que poso con Fahrenheit?
Selenia: Si. ¿Quieren ir?
MinHo: No pode...
JongHyun: Claro que iremos.
MinHo: (enojado, se pone de pie repentinamente) Deberíamos volver al hotel, no sean tan irresponsables. (A Onew) Hyung, sos el líder. Pone un poco de orden.
Onew: (parece reflexionar) Es cierto. (Mira a los demás) ¿Vamos en taxi? Así llegaremos más rápido al hotel. (A excepción de MinHo, los demás se muestran decepcionados) Nos cambiaremos para e iremos al desfile. (Da media vuelta) Vamos.
JongHyun: Así se habla, Hyung. Vamos.
Los muchachos de la banda acompañaron a nuestra protagonista, o mejor dicho, ella los acompañó hasta los taxis. Tuvieron que tomar dos, pues en un solo vehículo no había espacio para seis personas. La muchacha fue con ellos porque de otra forma no sabían cómo llegar al lugar del evento, aunque ellos estuvieron varias veces en Tokyo, no podrían guiarse solos por la ciudad. No fue mucho lo que hicieron fuera del hotel en cada visita. 
En fin, después de algunos minutos (algunos muchos), los cinco muchachos bajaron al vestíbulo, donde dejaron a Selenia esperando aburridamente. Volvió a recordar lo que debían sentir los hombres cada vez que esperaban a otra mujer arreglarse. Y digo otra mujer porque ella no demoraba, ya que en general no usaba maquillaje y, como llevaba el pelo suelto, no tenía que gastar tiempo en algún peinado, su única preocupación era desenredarlo y dejarlo en orden. Y, a diferencia de lo que acaban de leer, ellos aparecieron bien arreglados. Si, como lo puse aquí: los cinco, incluso el resistente Choi MinHo. Al subir se encontraron con el manager, quien les permitió ir al desfile, pues que los vean en eventos públicos les resultaba beneficioso y no había necesidad de ir en taxi, pues disponían del transporte con el que manejaban para ir a ZR.
Las muchachas en el edificio también estaban marchando hacia el desfile, pero ella si tomaron un taxi. Como eran las cuatro bastante delgadas, pudieron compartir el mismo vehículo sin problemas. Tres se sentían emocionadas por el evento, y una... estaba muy nerviosa. Se trataba de Maya. Se había enterado por Selenia de que aquella mujer, Ximena, antes de irse, invitó a Diego y compañía al desfile, y estos, a su vez, pidieron a KyunHo que los acompañara para distraerse. Él no sabía que su ex novia también acudiría, así que aceptó. ¿Cómo iba a reaccionar una vez que se encontrara con ella? La joven castaña no deseaba que se vaya, así que había calculado esperar el prudencial momento en el que él se quede solo. Ya pensó en lo que le diría, necesitaba la oportunidad de hablar… eso era lo único que necesitaba.
Clik para ver el vestuario
Mientras ella repasaba mentalmente cada una de las palabras que quería decir a KyunHo –no por hacer un intento de discurso manipulado, sino porque venían de lo profundo de sus sentimientos y le había costado un enorme trabajo encontrar la forma más adecuada–, ya habían recorrido todo el camino e ingresaban al salón donde se llevaría a cabo el desfile. El lugar no era demasiado grande, pero contaba con una iluminación fabulosa. Parecía incluso que todo brillaba sin encandilar a la gente. Seguramente Charlotte luciría genial bajos esas luces, especialmente por sus cabellos rojos.
Los muchachos latinos no habían llegado aún, y mientras los esperaban, las muchachas tomaron asiento en la segunda fila, donde había justamente cuatro sillas libres, sin lugar para Selenia... aparentemente. Resultó que ella ya estaba allí, terminando una conversación con cinco muchachos, y dejo un bolso en el asiento continúo al de ellas...
Megg: (sorprendida) Que casualidad...
Atsuko: (revisa la tarjeta) Tiene número de asiento...
Las cuatro intentan no sentirse un cuarteto de bobas, pero no tienen tiempo para ello, pues ven llegar a los latinos, KyunHo... y una chica... No se trataba de Ximena bajo ninguna circunstancia: ni por milagro le se acercaba en altura y su tono de piel era más claro... parecido al de la simpática extranjera. Además, estaba un poco escondida, por así decirlo, muy al pendiente de lo que estaba a su alrededor. ¿Quién era esa chica? Ganas de ir a preguntarles no faltaban, pero con eso solo arruinarían la oportunidad de Maya. Solo les quedaba confiar y ser pacientes... aunque ver a Atsuko aplastar la pantalla de su celular por escribir rápidamente tenía el efecto contrario a disminuir su curiosidad. ¿Qué estaba haciendo? Casi les hace perder de vista al objetivo, y cuando vuelve a observar, resulta que esa joven desapareció, al igual que... Hernán... ¿Coincidencia? Demasiado raro para ser casualidad, pero al mismo tiempo impensable. Debía ser casualidad, no había otra explicación para que de pronto el muchacho de amplia sonrisa se les acerque junto a la misteriosa acompañante... ¿demasiada coincidencia?
Hernán: Konbanwa. Les presento a Yuki, una amiga de nosotros.
Yuki: (la misteriosa acompañante) Yoroshiku.
Muchachas: Yoroshiku.
Atsuko: Así que ella es Yuki-san. (A Yuki) Soy Atsuko.
Yuki: (sonriente) Había escuchado hablar mucho de vos, de una tal Meggu y... de Maya... o algo así.
Maya: Esa soy yo. Maya Kimura.
Megg: Yo soy Meggara, pero me dicen Megg (apunta a japonesa más alta) y ella nuestra amiga Tsugumi. Solo falta una de nuestras amigas, pero...
Hernán: Ella conoce a Selenia. Yuki trabaja en el hospital, allí hacía la limpieza del cuarto de Selenia.
Tsugumi: Soodesuka... Lo que no entiendo es... si alguien te pidió que vengas aquí.
Hernan: Si, me lo pidió...
Selenia: (interrumpe) Jaane [7] Miren a quien me encontré (dice, indicando a Orochi, parado a su lado. Luego repara en la presencia de Yuki... que a estas alturas, deben saber que es Anna camuflada)
A lo lejos se escucha un Meggu-chan, señal de que los muchachos de Breakerz habían llegado. Yuki/Anna desaparece de pronto, así que Hernán debe ir a buscarla sin contestar a la pregunta de Tsugumi. La rubia se aparta un poco para hablar con Shinpei, mientras Selenia responde brevemente algunas preguntas acerca de la amiga de los muchachos latinos que de repente comenzó a hacer Atsuko... ¿para desviar la atención? No le ea necesario acercarse a Daigo, pues este estaba ocupado con las preguntas de la prensa, al igual que Akihide (el guitarrista de lentes se les escabulló, jejeh).
Unos minutos después, los llamaron a ubicarse en sus lugares, pues el desfile daría comienzo. El bullicio dio lugar a la musicalización, canciones modernas y los últimos hits puntos. Las luces se atenuaron un poco y el locutor comenzó a presentar el nombre de la marca y la colección, incluyendo la temporada. Así dio inicio la primera pasada, encabezada por la pelirroja protagonista, quien caminaba con la sensualidad que la caracterizó hasta ese momento. Miraba a los lados manteniendo la postura erguida, pues intentaba localizar a sus conocidos. Notó que a penas Kyunho la vio, comenzó a observar a su alrededor, buscando a la joven castaña. Ya le había parecido muy extraño recibir aquella invitación repentina, esos tres… Esos tres, sólo ellos, no podía involucrar a Yuki. No tardó en encontrarla, pues su rostro le sería reconocible incluso a mil kilómetros de distancia… Pero ya estaba allí, ella también. Sí los muchachos habían callado, debía ser por pedido de Maya, y si ella lo pidió, seguramente era porque deseaba hablar con él. El joven coreano no podía decirse indiferente a ese deseo, pues hacía ya mucho tiempo que no la veía, que no estaba cerca de ella, que no sentía su perfume, que no escuchaba su voz de miel… Le dolía darse cuenta de cuánto la extrañaba, aunque con ello viniera también el recuerdo doloroso de lo que había ocurrido después del recital.
Lamentablemente Maya no lo veía, estaba muy entretenida con el evento, con la ropa, haciendo comentarios a las muchachas sentadas a su lado. Aunque ella no permanecía del todo enfrascada, algo le decía, una suerte de intuición, sobre los ojos que se dirigieron hacia la dirección en que se encontraba. Pero no quería mirar, se resistía a hacerlo… No sabía si KyunHo tenía expresión de nostalgia, de amor, o de desprecio, de rencor. Y no se atrevía a hacer más que torturarse pensando en las posibilidades, prefería eso antes que despejar las dudas.
En cuanto al desfile, Charlotte lució tres hermosos conjuntos, todos ellos elegantes, femeninos, dotados de una cierta sensualidad (que se sumaba a la de ella), y con mucho estilo. Las demás modelos también enseñaron mudas impecables, con las mismas características. El locutor anunció una segunda marca, de accesorios, carteras y zapatos, con los que nuestras protagonistas y sus amigas se deleitaron, incluso seleccionar a sus favoritos, como si fueran a comprarlos. “¿Con cuántos sueldos puedo costear ese?”, preguntó Selenia en tono cómico, mirando a las demás mientras veía sus carcajadas. Pero si la respondían “Pedíselo a Daigo–sama, él no te lo negaría”, la morocha las miraba entrecerrando los ojos y frunciendo la nariz y la frente al mismo tiempo.
Después de una hora de ver hermosos productos, el presentador les anunció que, luego de un receso de veinte minutos, continuaría la segunda parte del evento. Así es como los grupos comenzaron a dispersarse, Tsugumi y Orochi fueron por un lado, Atsuko desapareció todo el tiempo, Selenia no pudo hacer de las suyas ya que Daigo se le acercó de repente, Shinpei y Megg se volvieron inseparables (como siempre), Diego comenzó a conversar con Andrés sobre lo que habían visto, aburridos; en tanto que Charlotte apareció en el salón y se acercó a Akihide (como sí estos no hubiesen tenido mucho tiempo para hablar¬¬), Jonathan y Anna/Yuki daban un paseo, y KyunHo salió a tomar aire… Y Maya reconoció su oportunidad… Ahora o nunca. Lo siguió, pero él solo caminó hasta la puerta principal, pues sentía la presencia que estaba detrás suyo, y no quería detenerla. Que diga lo que tengan que decir y se vaya…
Maya: (a media voz) Ky…KyunHo… Yo… Necesito hablarte.
KyunHo: (da media vuelta para verla) Está bien. Te escucho.
Maya: (se aclara la garganta) Yo… KyunHo, sé que no tengo excusas ni explicaciones suficientes como para hacer que me perdonase, pero, aunque no pueda reparar una estúpida que fui… Aishiteru… Y eso no cambiará hasta el día en que muera. Te amaré toda la vida.
KyunHo: ¿Qué estás diciendo? Yo no puedo confían en vos, no puedo… Después de lo que sucedió. Maya, yo también te amo, y lo haré todo valía… Pero sólo a vos. Yo no besaría a otra persona, hombre o mujer, ni pensar en alguien más. Vos no podés decir lo mismo.
Maya: lo sé … Lo sé, lo sé, lo sé … Sé todo eso, sé que yo tuve la culpa, sé que me sentí atraída y deslumbrada por otra persona, sé que soy extraña, sé que no debí hacerlo, y me di cuenta demasiado tarde. Pero también sé que… No elegiría vivir eso de nuevo, ni aunque el resultado de mi atracción fuese positivo, no lo haría dos veces. Lo que sea haría ayer, hoy y siempre, mañana y al día siguiente es elegirte. Elegiría volver a conocerte si tuviese que vivir la misma, elegiría ser tu novia otra vez… Porque creo que eso es el amor. No se trata de ver sólo a una persona, ni de sentirse atraído a una sola persona, sino de… Poder superar todo eso y seguir eligiendo todos los días al mismo beso, a los mismos brazos, al mismo amor, y eso es lo que yo quiero hacer. Quiero elegirte todos los días, una y otra vez. No me importa lo demás. No sos el único que mis ojos ven, pero sí sos el único al que mi corazón elegirá hasta que muera. (Como de que él no puede responder, pues se siente abrumado, decide seguir hablando) ¿Vos me volverías a elegir, si tuvieses que vivir la misma vida? ¿Podés volver a confiar en mí, a elegirme? KyunHo …
KyunHo: (abrumado, lleva las manos hacia sus sienes) Basta… Basta, deja de atormentarme … No te aproveches de lo que siento. No merezco volver a sufrir por lo mismo …
Maya: (con prisa) Yo no quiero hacerte sufrir, solo quiero estar con vos… (Con la voz quebrada y llanto inminente, corre hasta KyunHo con velocidad y lo rodea el cuello con los brazos, besándolo en la boca. Aunque él no estaba preparado, y no quería ceder, tampoco ofreció resistencia alguna. Es más, corresponde a su beso de forma inesperada incluso para sí mismo. Cuánto extrañaba ese cálido aroma, la suavidad de su piel y de sus labios; echaba de menos las sensaciones que se producían en su interior como torbellinos cuando estaba con ella. Eran torbellinos capaces de arrastrarlo, de doblegar esa voluntad que ya se encontraba débil por el tiempo, por la lejanía y reciente cercanía. Era más fuerte su amor, su nostalgia y su deseo que su desilusión… ¿Pero sería suficiente como para perdonarla? ¿En verdad lo sería, podía ceder?)
Una vez que se separaron, KyunHo la miro a los ojos, preguntándose si era capaz de dejar de lado su desilusión y volver a empezar (o retomar)… ¿en verdad podía elegirla una vez más?
KyunHo: (acaricia una de las mejillas de la muchacha) yo… Te amo, y por eso… Podemos darnos otra oportunidad…
Maya: (sonríe con calidez y lo abraza) KyunHo…doomo, sé que esta vez voy a hacer lo correcto (suma fuerza al abrazo).
Dentro de su pecho, el corazón de la dulce Maya saltó de alegría. Después de tanto tiempo de llorar por KyunHo, de extrañarlo con desesperación, te arrepentirse; por fin pudo expresar lo que llevaba por dentro, todos esos sentimientos truncados llegaron por fin hasta su amado. Ya no tenía que arrepentirse, ninguno de los dos seguiría sufriendo. Ahora sólo tenían que confiar el uno en el otro hasta el final, porque volverían a elegirse, pasara lo que pasara; no sería fácil pero ellos estaban dispuestos a intentarlo, y ella daría todo de sí para que funcione.
El amor está presente dentro de esta historia en muchas partes, fuera y dentro de aquel salón. Por un lado la parejita se reconciliaba, y para el otro, Anna/Yuki y Jonathan mantenían una conversación sobre asuntos de lo más triviales, como una serie que ambos estaban viendo. La muchacha le comentaba que sentía cierta antipatía por el personaje femenino, pues la consideraba ya demasiado tímida. Él rió por ese comentario, agregando que ella también era escrupulosa, y Anna lo asumió, aunque replicó que si ella estaba sola junto al chico que le gustaba, haría alguna cosa, por pequeña que sea, para transmitirle sus sentimientos. Apenas terminó de hablar, vio una imagen que le congeló la sangre: Daigo caminaba hacia donde estaban ellos y, tras el cantante, Selenia le hacía indicaciones para que se esconda. Aparentemente no fue vista por el soberbio protagonista, pero corría peligro de serlo. Sin pensarlo demasiado, Anna se ocultó usando a Jonathan como escudo… Y para ello, lo abrazó.
Jonathan: (relaciona este abrazo con lo que ella dijo anteriormente… Acerca de estar sola con el chico que le gustaba… Y entendió eso) Yuki… No esperaba… Que me veas de esa forma.
Anna/Yuki: (piensa) “Ay… ¿entendió que me gusta? Bueno, eso es mejor a tener que decirle la verdad…” (A Jonathan) Lo siento, no quiero incomodarte.
Jonathan: Tranquila. Yo soy un chico, vos una chica… Puede suceder. Está todo bien.
Anna/Yuki: (para desviar el tema) Lo entiendo… Hagamos de cuenta que esto no pasó y sigamos siendo amigos.
Jonathan: Pero yo te conteste. De verdad no esperaba esto.
Anna/Yuki: (no le importa ser “rechazada”) Si no queres hacerlo, no lo hagas. Yo voy a estar bien.
Jonathan: (apoya las manos sobre los hombros de Anna, y la estrechaba entre sus brazos) Yuki... En verdad esto me toma por sorpresa. Vos sos una buena chica... y muy linda.
Cuando Jonathan deshizo el abrazo, Anna pensó que todo terminaría allí. Como actriz que en el fondo era, podía fingir perfectamente cierta tristeza de una forma en que él no notara algo extraño, y ya se preparaba para ello, pero no sucedió... aunque creía que iba a pasar... El muchacho... la besó de repente. ¿En verdad estaba sucediendo? ¿Acaso... Jonathan tenia sentimientos hacia ella y, gracias a ese engañoso abrazo los notó? Era espantoso pensar en que tenía que seguirle la corriente, pero su secreto le importaba más... así que debería usar su talento como actriz para simular que albergaba un aprecio especial y convertir la relación lentamente en una amistad. La ficción a su alrededor se estaba volviendo cada vez más grande, y la joven temía que dicho proceso continuara... aunque... una idea ciertamente maquiavélica invadió su mente: Selenia estaba con Daigo en ese momento, Anna sabia esto, pero todavía lo amaba... y Jonathan era un buen muchacho, un tanto temperamental, y tan guapo que cualquier chica dejaría pasar lo anterior con tal de estar a su lado. Tal vez... él podía ayudarla a olvidar ese amor ahora no correspondido para que Daigo y Selenia sean felices. Quizás su imprudencia no fue del todo improductiva.
Jonathan: (vuelve a abrazar a Yuki/Anna) Cuando dije que sos una chica buena y linda, iba a agregar que seguramente no te costaría encontrar un novio, pero... de inmediato sentí que no quería verte con alguien más.
Anna/Yuki: (con una cálida sonrisa, lo mira a los ojos. Su expresión es tan creíble que no parece una actuación) No puedo creer lo que estoy escuchando... Parece un sueño.
El rostro de Anna podía simular perfectamente alegría, pero esta no le era del todo ajena. Creía que tal vez, ese leve y real contento dentro suyo se debía a que se sentía halagada de que alguien como Jonathan la tuviese hacia ella un afecto especial. Yo dejare que ustedes piensen cual es la verdad, yo seguiré narrando. Y ya que mencione lo de continuar, el locutor anunció que en unos minutos comenzaría la segunda parte del desfile. La gente se acercaba de a poco, incluso los que estuvieron en su momento de romance… excepto dos personajes, y esto extraño mucho a Tsugumi, que todo lo observaba… cerca de la mesa de bocadillos, lugar al que la llevó Orochi. Mientras ella le comentaba que notó un cambió de actitud en su amiga Atsuko, el muchacho desapareció detrás de una dama muy guapa que pasó frente a ellos. La joven no pudo evitar sentir mucha decepción, pero poco después él reapareció para conducirla hasta adonde estaban ahora. Resultó que… aquella mujer llevaba en sus manos un plato pequeño con comida, y como él temía hambre, la siguió.
Tsugumi: Como te decía, Atsuko esta extraña… Cuando llegó del campamento, lucía decaída, luego comenzó a rozar la depresión, pero repentinamente ayer llegó al edificio muy contenta.
Orochi: (mientras elegía un bocadillo) Tal vez tuvo una mala semana, y ayer le pasó algo bueno.
Tsugumi: Pero… Ella ahora desapareció… y tampoco veo a Erunando-san [8]. ¿No te parece raro?
Orochi: Ya dejá de ver tantos policiales.
Tsugumi: No estoy insinuando que él la secuestro… Aunque podría ser. Lo que quiero decir es que algo raro está pasando entre esos dos. Y  cuando esté en el edificio lo averiguaré.
Orochi: Lo dicho, estás viendo muchos doramas policiales. ¿Por qué las mujeres creen que sus amigas no pueden tener secretos?
Tsugumi: (molesta) ¿Estás insinuando que somos chismosas?
Orochi: No chismosas, sino metiches. Kaoru tiene sus secretos, yo tengo los míos y dentro de nuestra amistad nos respetamos.
Tsugumi: Entonces no sos amigos.
Atsuko: (aparece de repente y nota el ambiente de cierta hostilidad entre los novios) ¿Qué les pasa? Ustedes casi nunca pelean.
Tsugumi: (con seriedad, a su amiga) Hablaremos en casa.
Orochi: (en tono de broma) Corre, Atsuko-san. Es una trampa.
Atsuko: (distraída) ¿Una trampa de qué? ¿Por qué?
Tsugumi: (divertida) Era una broma. ¿En dónde tendrás la cabeza?

Al igual que Atsuko, los demás también se fueron acercando para ver la segunda parte del desfile, en la cual Charlotte ya podía ser público igual que ellos. Nuevamente contemplaron sobre la pasarela dos colecciones, moda para hombres y un adelanto de ropa de playa para el verano, que incluía modelos muy coloridos, y aparentemente cómodos que a primera vista gustaron a nuestras protagonistas, quienes a su vez agradecieron que la moda japonesa no cuente con las “llamativas” colaless tan presentes en su país. 
Finalmente terminó el desfile. El locutor agradeció a los presentes antes de que comenzaran a retirarse, y la prensa comenzó a realizar preguntar a las personalidades y los diseñadores y modelos que participaron del evento. Obviamente, los muchachos de Breakerz tuvieron que quedarse a responder delante de los micrófonos, pero Charlotte no porque logró escabullirse y, como estaba cansada, insistió en irse sin esperar a que la banda se desocupe. Ante su agotamiento, no se atrevieron a contrariarla, y se despidieron de los jóvenes latinos y Yuki, de KyunHo y Orochi y tomaron dos taxis para regresar al edificio.
Inmediatamente notaron que ellas se iban, Daigo, Shinpei y Akihide desviaron la atención de la prensa hacia otros famosos que vieron allí, exactamente a cinco alegres muchachos, y ellos marcharon hasta el estacionamiento, pero los taxis que llevaban a nuestras protagonistas y sus amigas ya partieron. Decidieron dirigirse hacia sus automóviles, y frente al suyo, el soberbio vocalista encontró a alguien conocido, a quien ya había visto en el desfile: Suzume Koishikawa.
Daigo: (detiene su marcha) Suzume…
Suzume: (sonriente) Jaane. ¿Esa es tu forma de saludar a alguien que no ves hace cinco años?
Daigo: Deberías estar en la rueda de prensa.
Suzume: Pero tenía que hablarte, así que, como vi que te ibas, decidí esperarte aquí. (toca el capot del auto) Así que por fin compraste el que tanto de gustaba.
Daigo: Que buena memoria, pero… ¿Qué es lo que estás haciendo aquí?
Suzume: Te estoy saludando… Antes no eras tan arisco.
Daigo: Vos antes no eras tan agradable, ¿y qué?
Suzume: ¿Eso qué tiene que ver?
Daigo: ¿Qué es lo que querías decirme?
Suzume: Quería saludarte, es todo. ¿Por qué tengo que llegar de Nueva York y pelear con vos en la primera oportunidad? Yo siempre quise que tengamos una relación civilizada.
Daigo: ¿Qué relación civilizada se puede llevar con una mujer que me dejó sin explicarme nada?
Suzume: Pero… si yo te dije que estaba cansada…
Daigo: No inventes excusas. ¿De qué te cansaste?
Suzume: De los acosos de Anna
Daigo: ¿Qué disparate estás diciendo?
Suzume: Yo recibí cartas de amenaza, incluso agresiones, desde que ella apareció en nuestras vidas. Y cuando decidí dejarte, ella comenzó a seducirte. ¿No se te hace mucha coincidencia?
Daigo: Anna no pudo haber sido… Estás loca.
Suzume: Claro que fue ella. Hizo todo para echarme y ocupar mi lugar. Ya me enteré de que casi te mata.
Daigo: Anna también era acosada, y murió hace dos años por culpa de la acosadora. Es imposible que sea ella.
Suzume: (extrañada) ¿Qué murió? No puede ser. Yo la vi…
Daigo: (ofuscado, golpea el capot… y algo que estaba entre apoyado en el limpia parabrisas cae. Confundido, olvida lo que iba a decir y recoge… un papel grueso y lee) “¿Por qué me haces esto?” (da vuelta la hoja y encuentra una fotografía tomada en secreto de su cita con Selenia en el día del incidente con los pandilleros… y nota que el rostro de ella estaba rasguñado hasta que no se reconocía. Se muestra horrorizado)  
Suzume: (se le acerca y ve la foto) ¿Que es…? ¡No puede ser! ¿Qué significa eso? ¿Quién es ella?
Daigo: (alterado, abre la portezuela del vehículo) Lo siento, Suzume, pero tengo que irme. Otro día seguimos charlando.
Suzume: (extrañada) ¿Adónde vas?
Daigo: A impedir una desgracia (entra al automóvil y comienza a conducir a toda velocidad. ¿Acaso esa fotografía era una amenaza? ¿La desquiciada que lo perseguía desde hacía más tiempo de lo que él había pensado estaba planeando algo en contra de Selenia? No podía llamarla, pues prácticamente aplastaba el acelerador para llegar lo más pronto posible al edificio)
En este lugar ya se encontraban las muchacha, recién llegadas, acosándose entre ellas con preguntas, pero, para no hacer mucho ruido, decidieron ir a la habitación de las extranjeras y allí charlar más a gusto. Una vez allí, por votación popular, pidieron a Maya que hable primero y cuente que sucedió con KyunHo, y su dulce anécdota las dejó embobadas. Mientras la escuchaba, Selenia comenzaba a guardar en el ropero las cosas que dejó sobre su cama, junto a la yukata (bien doblada) y el dinero que ganó en la venta.
Maya: (una vez que termina de contar y escucha la reacción de sus amigas) Ahora me interesa saber qué paso en la cita de Charotte.
Charlotte: Bueno, pero acérquense. Selenia, vení y sentate así escuchas bien. Una vez que empiezo, no quiero que me interrumpan.
Selenia: está bien. (Comienza a caminar hasta las camas donde estaban sentadas sus amigas, y al pasar por la ventana, le parece ver algo del otro lado de la calle… algo como una sombre. No puede evitar detenerse un segundo a mirar… pero solo era necesario eso… un solo segundo.)
Lo siguiente que ven las muchachas, después de que Selenia se detuvo un segundo delante de la ventana, se cómo una piedra atraviesa el vidrio, rompiéndolo en pedazos, y se estrella en el rostro de su amiga… ven cómo los filosos fragmentos van cayendo al suelo,  al igual que la muchacha, y también ven, inmóviles, como un fino hilo de sangre decoró el mural que había pintado Charlotte. En un solo segundo, no dos ni tres: en uno solo, ocurre todo esto… Las muchachas corren hacia ella, lanzando estridentes gritos y no se atreven a mirar a través de aquel marco ahora desprotegido…
En solo un segundo, la habitación se llenó de pánico.

Aclaraciones:

1 Mongshil: Sería algo así como gordo/gorda, y no sé por qué SeungYeon le dice así a Nicole, pero Entre amigas queda “Es el broche que me regaló mi gordita”.
2 Kodomo no hi: Día de los niños.
3 Koi: Pez carpa de origen chino que nada contra la corriente, símbolo del kodomo no hi en Japón. La leyenda dice que pueden subir cascada arriba.
4 Koinobori son banderas especiales que se izan en las casas durante el kodomo no hi con la esperanza de que los niños que la habitan crezcan sanos y fuertes. (¿A quién les recuerda esa esperanza?)
5 Existe una antigua leyenda que narra la existencia de una puerta mágica denominada Puerta del Dragón, la cual estaba ubicada en la parte más alta de un caudaloso río. Aquel pez que pudiera nadar contra la fuerte corriente y alcanzar el portal se transformaría en un poderoso dragón. Cuenta la historia que muchos tipos de peces intentaron la misión sin lograr el éxito, hasta que el Koi, con su reconocida fuerza y perseverancia, pudo llegar hasta el final y transformarse en lo que los demás peces no pudieron lograr.
6 Manju es como un pastelito de arroz glutinosos relleno de judías dulces; el taiyaki es un más o menos una galleta frita en forma de pez, rellena con anko (pasta de porotos); imagawayaki es un taiyaki redondo con el mismo relleno; Qoo es una bebida sin gas de Coca-Cola company sabor cola, uva o naranja, y Ramune es una gaseosa dulce que se destaca por su característico diseño, que viene en varios sabores: banana, arándano, blue Hawaii, chicle, cereza, cola, curry, disco dance, manzana verde, kimchi, kiwi, lichi, mango, melón, moscatel, pulpo, naranja, durazno, piña, raspberry, fresa, wasabi (disponible en Tokyu Hands), sandía, yuzu, galleta, cerveza de raíz, kool-aid, chocolate, vainilla, coco y agua. Si, lo sé, algunos de esos sabores también me dejaron WTF.
7 Jaane: saludo informal, puede usarse tanto al principio como al final de la conversación, como hola y chau.

8 Hernán en adaptación fonética y silábica. No debería llevar el –do, pero existe una confusión entre Hernán y Fernando. Y es Erunando, porque h en japonés se lee j (o sea, se leería Jerunando)