Poco a poco, la claridad de la mañana la obligó a abrir los ojos muy perezosamente. Abandonó la almohada con lentitud, observando a un lado y el otro, acompañándose de copiosos pestañeos. Sentía la garganta seca, una nebulosa en su mente, peso sobre todo el cuerpo, así que tenía que deshacerse de él. Estiró los brazos para desperezarse y lanzó un profundo bostezo... ¡Ahhh! Increíble... Apenas abrió la boca... su mandíbula... ese solo movimiento le genero un dolor tremendo. Volvió a mirar a todos lados, desconociendo el lugar en el que se encontraba... se observó a sí misma, y también encontró extraña la ropa que traía puesta... ¿Dónde estaba? ¿Qué había sucedido? Ella, la noche anterior... fue a la fiesta por el cumpleaños de Daigo Naito que se realizó en Velfarre, descubrió que la mujer con la que vio a Shinpei era Agatha, hermana de Charlotte, y reclamó al guitarrista por esto. Luego bebió, planeaba regresar con sus amigas... pero... se sintió mareada y en desequilibrio, por lo que fue ayudada por un joven morocho de cabellos y con tez clara... No, él no la ayudo... Él la llevo a una habitación, se le tiró encima y ella le propinó una merecida cachetada... y en respuesta recibió un golpe que la impulsó hacia la pared, su cabeza revotó contra esta y nuestra rubia protagonista cayó al suelo, quedando inconsciente. Lo último que vio fue que ese hombre se acercaba... y ahora, al abrir los ojos y contemplar lo desconocido, decidió ver hacia su derecha... solo para encontrar el peor resultado posible: había alguien allí... alguien que tenía cabello negro corto. Como le estaba dando la espalda, pues dormía boca abajo, no podía ver su rostro, pero lo que ya estaba al alcance de sus ojos no le resultaba agradable. ¿Era aquel hombre? ¿El que la atacó, el que la atropello de forma tan brusca? Si era así, entonces... cuando ella quedo inconsciente...
Por un breve
momento, sintió que su corazón había dejado de latir, que toda fuerza deshabitó
su cuerpo, que su sangre se volvió hielo, y que ya nada pasaba por ella... el
miedo y la angustia atravesaban su ser de lado a lado... si ese hombre estaba
allí, junto a Megg, durmiendo aún... eso quería decir que...
La puerta del
cuarto se abre, justo en el momento en el cual de sus ojos claros brotaban las
primeras lágrimas, que rápidamente se volvieron un nudo en su garganta... y
permite que ingrese al lugar alguien que ella no esperaba ver, y su presencia
la asusta de sobremanera por un instante, pues luego la curiosidad domina su
expresión. Megg ve entrar con sumo cuidado, nada más y nada menos que... Al
mismo tiempo el cuerpo junto a ella se mueve, rota y le enseña su rostro,
revelando que se trataba de... Shinpei... No, no, Shinpei estaba entrando al
cuarto. Quien yacía también en la cama era una amiga de todos ustedes, Selenia.
Megg observa a
Shinpei, luego a su amiga, otra vez a él para terminar en ella nuevamente...
anonadada, ni siquiera atinaba a sentirse alegre por la terrible confusión.
¿Alguien podía explicarle lo que sucedía? Shinpei la rescató otra vez, eso era
evidente... ¿pero qué sucedió después? ¿Dónde estaba? Aunque, si Selenia también
se encontraba a su lado, pudo ser ella... No... Si hubiese sido ella, estaría
en la cárcel por homicidio, seguramente...
Shinpei:
(interrumpe los pensamientos de la rubia) Meggara, vine a ver si despertaste.
El baño está desocupado, podés usarlo si querés. (Se va sin esperar respuesta)
Selenia: (recién
despierta) Megg... (Trata de tocarla tanteando hasta que la rubia le toma una
mano) ¿Cómo estás, aparte de adolorida? (Se levanta un poco para observar a su
amiga, cuya imagen le produce una expresión de dolor y evidente desagrado) La
puta madre... Tu carita...
Megg: (asustada)
¿Qué tengo?
Selenia: (indicando
hacia un lado) Allá hay un espejo. Fijate.
La rubia abandona
la cama rápidamente en dirección al espejo, en cual por fin pudo ver la causa
de sus dolores: en la parte izquierda de su rostro encontró un raspón rojizo e
hinchado, y en el otro, un moretón con tonos verdes, que, debido a su tez tan
clara, resultaba casi tétrico, y doloroso de solo observarlo.
Megg: (a Selenia,
mientras todavía mira su reflejo) ¿Que pasó anoche?
Selenia: Imagine
que me preguntarías... pero me dormí pensando en cómo responderte... Así que te
voy a decir la verdad sin disfrazarla.
Megg: Solo trata de
no herir mis sentimientos...
Selenia: Linda
forma de decirme que me calle.
Akihide: (abre la
puerta de repente) Chicas, la comida estará lista en unos minutos, así que
pueden ir al comedor... Oh... Meggara... tu (incida su propio rostro) Gomen
nasai.
Megg: Ohayoo, Aki-san.
Selenia:
(corrigiendo a Megg) Ohayoo gozaimasu.
Akihide: (con una
reverencia) Sumimasen (se retira)
Cuando Selenia
planeaba abrir la boca para contar a Megg lo que había sucedido, tomó
conciencia de sus fachas y su inminente hambre, así que hizo una pausa para ir
al baño. Caminando hacia la puerta, topó de nuevo con el tímido guitarrista.
Akihide: (vuelve a
entrar) ¿Charotte ha despertado?
Selenia: Vos
deberías saber eso más que yo.
Akihide:
(extrañado) ¿Yo? ¿Por qué yo?
Selenia: (también
extrañada) ¿Dónde se metió esta tipa?
Los dos abandonaron
la habitación para buscar a la pelirroja, sin mucha idea de adonde fue a parar.
Mientras tanto, Megg se apropió del baño para despabilarse un poco, intentando recordar con fuerza que pasó la noche anterior. Se miró de cuerpo entero por
primera vez desde que despertó: aparte de las marcas en la cara, y la nueva
muda de ropa, una remera celeste pálido y unos shorts... que parecían calzones
largo de varón, no había indicio de algo diferente. Pero, ¿dónde estaba su ropa?
Solo encontró los zapatos... Aunque más importante que eso era... ¿dónde estaba
ella? Vio a Shinpei y Akihide... Acaso... acaso... ¿Estaba en la casa de
Breakerz? (¿¿Viven todos juntos??)
Entre tanto,
Akihide y Selenia buscaban a Charlotte. La extranjera vio el baño ocupado y
decidió dejar de buscar, pensando que la pelirroja estaba allí, y Akihide,
convencido de esto también, optó por despertar a Daigo para comer, así que,
como anoche cambiaron de cuarto, lo buscó en su habitación y lo encontró en la
cama, tapado hasta el cuello... junto a Charlotte... también tapada hasta el
cuello. Ante esa imagen, solo atinó a cerrar la puerta, y estuvo a punto de
hacerlo, pero los bellos durmientes comenzaron a despertar... primero él, luego
ella.
Daigo: (levanta el
torso y se estira) Oh... Ya siento el olor de la comida... Tengo hambre.
(Observa a Akihide) Ohayoo gozaimasu.
Akihide: (indicando
hacia la derecha del vocalista) Ohayoo...
Daigo: (hace la
vista hacia la derecha, topándose sus ojos con Charlotte, tendida a su lado, y
vuelve a mirar a Akihide, luego a ella, luego al guitarrita) ¿Cuánto bebí anoche?
Akihide: Creo que
bastante.
Charlotte:
(comienza a abrir los ojos y casi lanza un grito al ver que está al lado del
vocalista... y que Akihide los está viendo) ¿Qué paso aquí?
Akihide: Ohayoo...
Selenia:
(acercándose al guitarrista) La del baño era Megg, no sé por dónde andará
Charlotte... (Ve hacia el interior de la habitación y ve a su amiga y al
vocalista, ambos acostados en la misma cama) Ah, estabas aquí. En un rato estará
listo el almuerzo. (Se va, al igual que Akihide)
Charlotte: (recobra
sorpresivamente la consciencia de un tirón y se aleja de la cama en un salto)
Esta es la habitación de Akihide... ¿Por qué estabas durmiendo aquí?
Daigo:
Pervertida... Viniste a acosar a mi amigo.
Charlotte: El futon
en el suelo es muy incómodo y él me ofreció dormir aquí si no estaba a gusto.
Daigo: ¿Y por qué
no te aseguraste de que fuese Akihide y no yo el que estaba aquí? Ahora esos
idiotas pensaran que paso algo entre nosotros.
Charlotte: Si se
atreven a pensarlo, voy a poner una cara de acuerdo a las circunstancias
(comienza a torcer su expresión de recién despierta a una de... "mal
atendida")
Daigo: (pasmado al
ver su cara) ¿Qué? (Rezonga) De acuerdo, yo haré lo mismo (da media vuelta y
regresa a verla... con una carita de perro asustado y tembloroso, despeinado
y... hasta traumatizado, que casi saca de sus casillas a la pelirroja. La
apunta y habla con voz débil). Ella... es una depravada... parecía un pulpo
intentando manosearme.
Antes de que
Charlotte pueda replicar a semejante infamia, Akihide y Selenia regresan al
cuarto sin cerrar la puerta, la dejan entreabierta para poder espiar lo que
sucedía afuera de la habitación, en el comedor precisamente. Shinpei y Megg
estaban hablando de manera bastante confidencial y era difícil oír lo que
decían, así que los dos espías aguzaron el oído, al igual que los dos metiches
que antes practicaban caras.
Shinpei: Si Daigo
no hubiese llamado para avisarnos donde estabas, creo que todo sería diferente
ahora. Se-chan y yo te perdimos el rastro.
Charlotte: A Daigo)
¿Vos estabas en el hotel?
Daigo: Si.
Charlotte: ¿Y qué
hacías ahí? (Lo piensa bien) No, no me contestes.
Daigo: ¡Callate y
deja escuchar!
Shinpei: Solo pude
ver que ese tipo te agarro... y me pareció raro porque apenas podías caminar...
Así que pensé lo peor, pero no fui el único. Se-chan creyó lo mismo. Por eso
decidimos seguirlos.
Megg: Pero... ¿cómo
se enteraron de que eso estaba pasando?
Shinpei: Daigo me
llamó para decirme que vio que un hombre estaba entrando a una habitación con
vos... pero que te vio rara. Así que, decidimos ir con Se-chan a ver que
sucedía. Él propuso distraerlo hasta que lleguemos, tocando a su puerta con
cualquier excusa.
Megg: ¿Y... ese
tipo llegó a hacer algo conmigo hasta que ustedes llegaron?
Shinpei: Creo que
no. Cuando entramos, él intentaba subirte a la cama, y vos estabas
inconsciente. Eso es todo lo que te puedo decir.
Megg: ¿Y que paso
con ese hombre? ¿Por qué me hizo eso?
Shinpei: No era a vos...
planearon drogar a otra persona.
Megg: ¿A quién?
Shinpei: si te lo
digo, van a escuchar los chusmas de allá (apunta a la habitación de Akihide) y
no queremos que esa persona lo sepa.
Daigo: (Sale de
repente, seguido por los demás) Ya, tenemos que decirle la verdad para que se
prevenga.
Selenia: Estoy de
acuerdo en eso. (Antes de que alguien la detenga) La droga era para Charlotte.
Charlotte:
(apartándose un poco) ¿Para mí? ¿Por qué?
Selenia: Es obvio
que se trata de...
Akihide: (sujeta a
Charlotte por los hombros y la conduce hasta la mesa) Primero vamos a comer.
Después daremos explicaciones.
Todos se sientan a
la mesa, contemplando la comida, consistía en miso, tempura y pan al vapor,
pero esto no incluía a Megg, pues para la rubia había una sopa dulce de avena y
tamagoyakis, platillos livianos y fáciles de masticar. Los seis comenzaron a
comer y cuatro de ellos hacían bromas mientras tanto al cumpleañero,
molestándolo respecto a su edad.
No por apatía, Megg
prefería comer en silencio, pues su mente estaba ocupada en múltiples
pensamientos acerca de lo que sucedió la noche anterior. Según lo que le relató
el guitarrista de lentes, tanto él como Selenia entraron a la habitación luego
de que ella perdió el conocimiento y redujeron al hombre que intentó abusar de
la rubia. Aunque ambos tenían la idea (si se le puede decir así) de propinarle
una formidable paliza, por impulso del vocalista, quien se hizo presente en el
lugar antes y les avisó sobre el suceso, decidieron obligarlo a confesar. Ese
sujeto no tenía motivos para atacar a Megg, ¿por qué lo hizo? La respuesta que
consiguieron después de mucha presión los dejó atónitos. Ximena... se trataba
de ella, y todo era una trampa para Charlotte, pero salió mal, los tragos se
confundieron y Megg terminó viéndose involucrada sin querer. Todo esto
sucedió... después de que ella dijo cosas horribles a la persona que la ayudó,
a quien alertó a su amiga para contar con apoyo, a quien la vigiló aun luego de
ser herido por sus palabras, a quien la rescató una vez más, a quien le cedió
su cama y durmió en un sillón para que ella este más cómoda, a... a quien esa
mañana la cuidó hasta el punto de prepararle un desayuno adecuado. Esto la
llenaba de una miseria inigualable. ¿Por qué fue tan cruel con Shinpei? ¿Acaso
había olvidado lo que él hizo por ella, su ayuda incondicional, su ternura al
tratarla, los buenos momentos que pasaron juntos? Acaso todo eso valía menos
que intentar darle celos con Agatha? No, en su corazón revuelto de tristeza y
culpa, todo lo que el guitarrista de lentes hizo por ella recuperaba la
importancia que nunca debió olvidar... Gomen nasai, Sumimasen, I'm sorry,
perdoname, lo siento, lo lamento, ¿podrías perdonarme? ¿Qué podía decirle ella
para reparar su crueldad de la noche anterior, crueldad que le hizo
desentenderse de los sentimientos de Shinpei, pisotearlos como si se trataran
de una alfombra? ¿Por qué ella no pudo notar que, por más ridículo que fuese,
lo que estaba haciendo el guitarrista era un acto de desesperación? Lo único
que él deseaba era que ella se le acerque, que le confiese que lo extrañaba...
que vuelvan a ser los mismos de antes, cuando la rubia no estaba confundida con
KyunHo y no podía ver a otro más que a él. ¿Por qué...? ¿Por qué...? ¿Por qué Megg valoraba lo que
tenía una vez que esto... se alejaba de sus manos?
El timbre del
comunicador sonó, llamando la atención de todos y desviando los pensamientos de
Megg, quien, pese a su buen apetito habitual, comió poco y con escasos
ánimos... pues no creía siquiera merecer poder probar la comida de Shinpei, ni
aunque estuviese deliciosa como en ese momento. Daigo fue quien atendió el
portero eléctrico y dejo pasar al visitante de la entrada. Unos minutos después
ya estaba llamando a la puerta, así que nuevamente el vocalista acude a quien
los visita, una mujer... cuya voz resultaba familiar a una de nuestras
protagonistas, pues la conocía.
Daigo: Pasa. En el
comedor están las chicas.
Mujer: ¿Y dónde
está el comedor?
Daigo: Veni
conmigo. (Ambos llegan hasta este lugar, donde los demás ya habían terminado el
desayuno)
Selenia:
(incorporándose de repente) Sa... Saori-san.
Saori: Konnichiwa.
Akihide: ¿Qué es
esto? Daigo, ¿cómo tenés el descaro de llamar a Saori?
Daigo: No se queden
en la mitad de la historia. Nosotros tuvimos un conflicto, pero después pudimos
hablar y ahora nos llevamos bien. Por eso pude pedirle este favor.
Charlotte: ¿Ella es
la mujer con la que estabas en el hotel?
Selenia: No. Yo
escuché a esa mujer y tenía una voz diferente a la de Saori-san.
Daigo: (indignado)
¿Otra vez escuchando detrás de la puerta? ¿Qué fue lo que oíste, chismosa?
Selenia: (realiza
imitaciones casi perfectas) Daigo-sama, vinimos a pasarla bien aquí,
Shinpei-san puede resolver sus problemas solo. Callate... Además, te veías
mejor con la ropa puesta, ponetela y desaparece de mi vista. (Vuelve a su modo
normal) Y hasta ahí escuche.
Saori: (observa a Daigo, después de un breve
silencio) ¿Cómo pudiste decirle eso a una mujer?
Daigo: Tenia que
sacármela de encima para poder regresar aquí y ayudar a estos.
Saori: Pero eso fue
muy grosero... ¿Pensaste en sus sentimientos, acaso?
Daigo: No me tome
el tiempo de pensar, estaba apurado.
Saori: (cubriéndose
el rostro con una mano) Sos una bestia. (Observa las bolsas que trae consigo) A
lo que vine. (Extiende una de ella hacia Megg) Esto es para vos (otra a la
pelirroja), para vos y... (a Selenia) Espero que te quede. Es lo más grande que
encontré en mi ropero.
Las tres muchachas
reciben las bolsas, aunque no entendían por qué se las estaban entregando. Saori
les explicó que Daigo le pidió que traiga ropa para ellas, pues no podían
volver al edificio en las fachas en las que estaban y la tintorería recién
mañana tendría listas las prendas que llevaron a Velfarre (y tuvieron suerte de
que los atiendan un domingo). Y ya enteradas, pasaron a la habitación de
Shinpei, donde habían dormido al menos dos de ellas, para cambiarse. A Megg le
tocó una remera musculosa con flores y una minifalda; a Charlotte, un short de
jean con una camisa de manga corta, y a Selenia, una túnica grande... y solo
eso. Miró las prendas de sus amigas, la suya... repitió esta acción unas cuatro
veces hasta recién decidir que, como no quedaba más remedio... y Saori-san tuvo
tan buena voluntad, decidido vestirse con eso aunque no le resultara muy
agradable.
Ya vestidas,
nuestras protagonistas doblaron bien la ropa que los muchachos les habían
prestado, y abandonaron la habitación. Con todo esto, oficialmente estaban
listan para abandonar el departamento y regresar al edificio, donde de seguro
tendrían que dar muchas explicaciones, algo para lo que desde ya preparaban
sus mentes. Al regresar al comedor, se despidieron de los muchachos,
agradeciendo su hospitalidad, y se marcharon acompañadas por Saori Tomoe, quien
las acercó hasta el edificio y conversó animadamente con ellas durante el
trayecto.
Cuando bajaron del
automóvil y se despidieron de la amable modelo, las tres sintieron un
escalofrío por todo el cuerpo. Atravesando ese umbral, no sabían bien que les
esperaba. ¿Reclamos? ¿Preguntas que no podrían contestar, pues no les resultaba
muy agradable hablar del tema? Por suerte, la reacción de las muchachas de allí
las sorprendió. Apenas entraron, ya se vieron rodeadas de las chicas, de sus
amigas, de Agatha y de los argentinos también, todos listos para decir algo,
que callaron al ver el rostro de Megg. Esa sola imagen contestaba más que
cualquier palabra, y les generó un dolor increíble en el pecho, como si cada
uno de ellos hubiese recibido esos golpes; la misma sensación la tuvo Shinpei,
mientras en brazos llevaba a una Megg inconsciente, al igual que Selenia, quien
rápidamente se desbordó de indignación.
Entre Selenia y
Megg comenzaron a relatar lo que sucedió, tomando sus respectivas
consideraciones, pues no pensaban contarlo todo. Los demás escucharon en
silencio, anonadados. Ellos solo sabían que hubo un problema y que debían abandonar Velfarre. ¿Cómo se enteraron? Shinpei llamó a Agatha mientras iban a Shibuya para que diga a los demás que... Megg sufrió un ataque, pero que estaba bien, igual que su hermana y la morocha protagonista.
La morocha
protagonista no quiso decir delante de Diego, Hernán y Jonathan quién era la
responsable del ataque, pues ellos eran sus amigos y podían advertirle...
aunque, por otro lado... ¿realmente lo harían? El muchacho sonriente estimaba
mucho a su rubia amiga, así que tal vez se pondría de su lado, al igual que
Joni, que tanto decía querer a Charlotte, pero no había forma de estar segura
de ello, así que opto por callar. Esto fue lo que relato:
Después de bailar
un buen rato, las tres fueron a la barra, pidieron algo de tomar, brindaron,
bebieron y sin darse cuenta, se separaron. Selenia ni tenía idea d donde
estaban sus amigas, pensó que tal vez las encontraría en la pista de baile,
pero se topó con Daigo Naito, con quien hablo un rato. Luego él se fue
repentinamente, así que la morocha se dirigió a los baños, y cerca de allí
encontró a Shinpei, quien le dijo que vio a Megg irse sospechosamente con un
tipo desconocido, advirtiendo que ella, aparentemente, no podía mantenerse en
pie, así ambos, arrastrados por la desconfianza, siguieron al individuo
hasta... un hotel para parejas (ver free talk 4, en la parte de Love Hotel).
Cuando él subió al ascensor, lo perdieron. Demoraron un tiempo ciertamente
breve que les pareció eterno en tratar de averiguar algo sin éxito, hasta que
recibieron la llamada de Daigo Naito contándoles lo que había visto. Ellos
tomaron el elevador para alcanzar a aquel sujeto lo más rápido posible,
mientras el vocalista distraía al objetivo con cualquier excusa. Una vez que
llegaron, comenzaron a golpear la puerta hasta que rompieron la cerradura... y
allí lo vieron... ese infeliz golpeó a Megg e intentó abusar de ella. Esta de
más aclarar que Shinpei se le fue encima a los golpes, pero el rival resultó bastante
diestro en... ¿capoeira? Pese a que notaron esto, de todas formas lo
interrogaron una vez vencido, y la rubia puesta a salvo, para saber por qué
hizo eso con nuestra dulce protagonista. Y allí terminó esa parte del relato.
Después les contó que "decidieron" (no fue algo consensado) ir al
departamento de la banda, al cual llamaron a Akihide y este fue con la
preocupada pelirroja. Eso fue todo. Lo que falta de esta historia, ustedes ya
lo saben por Megg.
Después de escuchar
todo esto, y quedarse levemente más tranquilos luego de que Diego revisara a
Megg, pues él era traumatólogo, a quien recomendó hacerse unas radiografías por
las dudas, aunque el golpe aparentemente no lastimo algún hueso; los argentinos
se marcharon de allí... preguntándose si Ximena tuvo que ver con eso. Agatha
también tuvo que irse, pero prometió regresar por la noche. En ese momento, se
encontraba muy cansada. Las chicas del edificio parecían inquietas, sin embargo
quisieron animar a Megg llevándola al Hana Matsuri [2], festival en el cual
fueron al templo... y nuestras protagonistas pidieron inútilmente que se acaben
sus problemas. Pero, amigos míos, el destino todavía tenía otros planes para
ellas.
En cuanto a Agatha,
apenas regresó al piso, entró (muy distraída como para notar que no lo hizo sola) y se echó a dormir al menos un par de horas... y
digo solo un par porque la despertó después de ese tiempo una pestilencia, algo
así como... el resultado de la digestión. Poco a poco recuperó la conciencia,
asqueada por el olor, y observo a todos lados para encontrar la fuente de la peste,
que ya se propagaba por todo el lugar. ¿De qué se trataba? De lo que les dije.
Allí estaba la... "popo", al lado de la criatura que le hizo tan
lindo regalito: un perro. Era pequeño, de uno cuarenta centímetros, y tenía mucha
“barbita” en el hocico... ¿Y qué hacia un perro allí? Como entró? Lo peor de
todo fue que, al ver que ella se movía, el animal comenzó a ladrar con mucha
agudeza, causando jaqueca a la recién despierta, quien, arrojando una pantufla
cerca del animal, lo espantó. Quedó escondido debajo de la mesa, pero después
de un rato reanudó el escándalo con más potencia que antes, y consiguió irritar
a Agatha.
Para salvación del animal, alguien llamó a la puerta, el dueño seguramente, pensó ella, así que corrió para librarse del ruidoso canino y, al abrir... epa epa epa... encontró el rostro amable de un hombre terriblemente atractivo, que casi le produce incomodidad por las fachas en las que andaba. Él era alto, de rostro delgado y muy masculino, con facciones muy interesantes.
Para salvación del animal, alguien llamó a la puerta, el dueño seguramente, pensó ella, así que corrió para librarse del ruidoso canino y, al abrir... epa epa epa... encontró el rostro amable de un hombre terriblemente atractivo, que casi le produce incomodidad por las fachas en las que andaba. Él era alto, de rostro delgado y muy masculino, con facciones muy interesantes.
Hombre: Sumimasen.
Kore kara osewani narimasu [2]
Agatha:
(desconcertada) Yes?
Hombre: Watashi no
inu... (Ve al perro) Ah, Natsu [3], ven aquí. (El can corre hasta adonde esta
su dueño, quien puede ver así el "regalito" que dejo en el piso. A Agatha) Oh, lo lamento. Voy a limpiar eso.
Agatha: I'm sorry, but i don't speak japanese.
Hombre: (en inglés)
Oh, lo siento. ¿Me permite pasar para limpiar lo que hizo mi perro?
Agatha le abre paso
sin pensarlo demasiado, pero el hombre regresa a su departamento para buscar algún
producto de limpieza, guantes, papel y una bolsa, y de paso deja allí a su
mascota. Luego se encarga de limpiar en completa calma la "popo" de
Natsu y se deshace del mal olor con mucha rapidez. Entre tanto, Agatha solo podía
mirar sin hablarle, sintiéndose incómoda por ello en el fondo, pues con cada
vistazo lo encontraba más atractivo e interesante.
Hombre: Finish.
Lamento mucho los problemas que Natsu ocasionó. ¿Puedo hacer algo para
compensarla?
Agatha: Eh... No es
necesario. Te agradezco que hayas limpiado por mí.
Hombre: En verdad
quisiera compensarla por la molestia. ¿Me permite invitarla a cenar? Conozco un
lugar desde el que se verán los fuegos artificiales de esta noche.
Agatha: Acepto tu invitación.
Sería muy descortés de mi parte rechazarla.
Hombre: (extiende
una mano hacia ella) Mi nombre es Ginzo Tanaka.
Agatha: (Acepta su
saludo estrechando también su mano) Yo soy Agatha.
Ginzo: Agatha-san,
te parece bien si nos reunimos en el pasillo, aquí frente a tu puerta, a las 8?
Agatha: Perfecto.
Ginzo: Muchas
gracias, y lamento las molestias. Que tenga un buen día. (Saluda con una
reverencia y se va)
Agatha permanece en
el umbral todavía, preguntándose porque un hombre tan apuesto invitaba a una
desconocida a la que vio en las fachas en las que ella se encontraba, pero... ¡la invito a cenar! ¿Qué rayos importa, no? "Oh, mi encanto es
inocultable" bromeaba y reía sola "Encima me limpio el piso, que
lindo" seguía murmurando aunque nadie la escuchaba. Pese a sus
pensamientos positivos, todavía sentía el dolor de cabeza que le dejo Natsu con
sus ladridos irritantes... aunque era un lindo animalito, así que estaba
perdonado.
Apenas tuvo tiempo
de bañarse para ir al templo por los festejos del Hana Matsuri con su hermana y
las demás muchachas, para ver algún espectáculo y tal vez los juegos artificiales.
Obviamente ella no se quedaría hasta esa instancia, y desde el principio les advirtió
que quería regresar temprano.
Selenia: ¿Por el
partido de Argentina, no?
Agatha: Si, si... (Lo
piensa) ¿Era hoy el partido?
Selenia: Si. Yo
tengo fiaca de verlo, así que contame que pasó.
Agatha ya tenía la
excusa perfecta, pero... también sentía ganas de cancelar la cena para comprar
una buena cerveza, una pizza grande de muzzarela, o lo que sea, mirando a su
equipo, alentándolo apasionadamente desde la distancia. Por esto, al regresar
al piso, revisó en la computadora rosa alguna trasmisión en español y encontró
una por fin después de la búsqueda rigurosa... y ya escuchó el timbre. Observó
el reloj fijamente: ya eran las ocho de la noche. De seguro se trataba de
Ginzo. "Que puntual" pensó, "¿Como le digo que... lo dejemos
para otro día? Con su cara de bueno tal vez me convenza, pero... el Pipa es el
Pipa y va a jugar hoy". Abrió la puerta con una nueva idea: ¿por qué no
invitarlo a ver el partido? No estaba coqueteándole ni nada por el estilo, así
que no necesitaba una pose de conquista y podía mostrarse absolutamente
natural.
Agatha: Hello!
Ginzo:
Agatha-san... sé que yo la invite a cenar, pero... olvide un evento importante.
¿Podríamos pasarlo a mañana? (Antes de
que ella conteste que no le resultaba para nada molesto, la trasmisión
preliminar del partido comenzó a todo volumen, por lo que él se notó que Agatha
también iba a mirarlo) Esta... está por ver un partido de futbol?
Agatha: Si... el de
Argentina. O sea, no olvide la cena, pero... (Comienza a notar que él se
entusiasma) ¿Este es tu evento?
Ginzo: Si. Tengo televisión
satelital en mi departamento, así que...
Agatha: ¿Hay algún
problema si voy? Aquí solo tengo conexión a internet.
Ginzo: Claro, no hay
problema.
Agatha: En un
rato salgo. Voy por la cerveza.
Ginzo: Yo tengo.
Agatha: No creo que
sea suficiente para los dos.
La joven recoge
unas cuatro latas grandes que previamente dejó en la heladera y las lleva hasta
el departamento de Ginzo, donde él ya tenía listo lo que ella tanto deseaba:
Pizza al estilo italiano.
Una vez que los dos
ya estaban en el departamento, sentados en el sofá frente al televisor,
comiendo porción tras porción y bebiendo lata tras lata, hasta que terminó la
comida y cerveza, pero no el partido. Agatha trató de contenerse en sus
alientos, salvo algún insulto en español y por lo bajo al árbitro, al jugador
rival, al que pateaba mal, etc., pues veía que Ginzo estaba muy tranquilo tras
sus lentes de marco fino, los cuales abandonaba mientras no miraba la pantalla
led, o sea, cuando comentaban lo que pasó en el entretiempo. Los dos juntos,
hablando de futbol, parecían dos entrenadores expertos, afortunadamente tenían
opiniones parecidas. A él le causaban una gracia tremenda los comentarios de la
extranjera, era como un personaje sacado de una comedia. ¿Dónde estaban las
chicas desprejuiciadas y jocosas como ella?
Cuando terminó el
partido, ambos solo charlaron un rato más y luego se despidieron. Agatha,
cansada por el tremendo día que tuvo y las pocas horas de sueño, fue a dormir
alegre después de todo, por conocer gente agradable (y bella) y, por supuesto,
por que ganó Argentina.
Al día siguiente,
regresemos al edificio, en el cual muy temprano por la mañana se realizaba una sesión
de maquillaje muy esforzada para lograr que no se note el enorme moretón en la
carita de Megg, pues el raspón podía justificarse con cualquier excusa, y ellas
desde la semana pasada debían cuidar sus actos, no podían dejar que la rubia
aparezca así por la universidad y sea víctima de los rumores. Gracias a mucho
esfuerzo, lograron su propósito: nada de eso se mencionó, la gente no lo noto,
solo miraban con curiosidad el raspón, pero no hacían preguntas al respecto. En
el trabajo de la dorada protagonista sí, de hecho se mostraron preocupados,
pero ella les dijo que se encontraba bien, y que solo fue un accidente.
Mientras ella
trabajaba en la tienda de discos y Selenia en ZR, Charlotte planeaba salir de
paseo con su hermana cuando fue llamada a... ¿una reunión de trabajo? Así es...
la marca para la que modeló en una sesión de fotos la llamó para realizarle una
interesante propuesta... ¡Otra vez debía encontrarse con Ximena! ¿Cómo haría
para contenerse y no caerle a cachetadas por lo que hizo con Megg? ¿Cómo
disimular el desprecio que sentía por ella después de enterarse de lo que hizo?
Tal vez esta era la oportunidad de enfrentarla cara a cara, de mujer a mujer, y
poner fin a la problemática situación que la mujer morena planteaba. Para su
suerte o desgracia, Ximena fue quien habló con ella, disimulando a la perfección
el odio gratuito hacia nuestra pelirroja.
Charlotte: (una vez
que termina la propuesta) No lo haré.
Ximena: (con suma
serenidad) Firmaste el contrato para ser una de las caras de la marca, no para
una sesión de fotos. Esto es parte de tu trabajo. Si te negás, podemos
demandarte por incumplimiento. Y no creo que... eso te beneficie en la
universidad.
Charlotte: (piensa)
"Maldita bruja... lo sabe". (A Ximena) Está bien, participare del
desfile. Pero quiero que hablemos de mujer a mujer.
Ximena: (su expresión
no cambió, pero dejó sus papeles a un lado) Bien, hagámoslo. Envíale mis
disculpas a Meggara. Vos deberías estar golpeada, no ella.
Charlotte:
(irritada) ¿Por qué haces todo esto contra mí?
Ximena: No te lo
tomes personal. Toda mujer que estorbe mi camino hasta Akihide pasara por lo
mismo. Si querés salir bien librada de todo... Tenés que alejarte de él. Si lo pensás
con calma...
Charlotte:
(interrumpe) Está bien. Voy a alejarme de Akihide. Ya no lo veré, ni estaré
cerca suyo. No tendré contacto con él desde ahora. Así que quiero que te alejes
de mí y de mis amigas.
Ximena: (sonríe triunfalmente) Que decisión
tan inteligente. Te felicito.
Charlotte: Solo te
advierto que, tal como vos dijiste, si no soy yo sería cualquiera. (El rostro
de Ximena se torna disconforme) Akihide no te quiere, ya te olvidó. Y si no es
conmigo, va a buscar a otra mujer que no seas vos.
Ximena: (vuelve a sonreír
con seguridad) Parece que no sabes nada de hombres, mocosa. Ellos solo quieren
una cama tibia donde revolcarse... (se incida a si misma) Con una mujer de
verdad... (Ahora, a la pelirroja) o con una cualquiera.
Charlotte, presa de
la rabia, agarra el vaso de agua que tiene en frente y arroja todo el contenido
del mismo en el rostro de Ximena, quien se levanta de golpe, profiriendo
insultos hacia la pelirroja, incluso quiere saltar el escritorio y golpearla.
Charlotte:
(prevenida) No creo que eso te beneficie en el trabajo... Y te advierto que si
algo llega a pasar con mis amigas, vendré yo misma a ajustar cuentas con vos,
porque mis tacos son suficientes para aplastar víboras amargadas.
Echa hacia atrás
sus rulos y sale de la oficina, dejando tras ella a una furiosa Ximena. Ya
puede sentir ese odio golpear su espalda con la mirada mientras ella se va,
pero no le importa. Aquella bruja no tendría motivos para hacer algo contra
ella una vez que hable con Akihide... "Si los dos nacimos en el otro lado
del mundo... es porque jamás estaremos juntos" pensaba constantemente
desde que supo la verdad. Era hora de dejar esa historia de lado, por muy
doloroso que sea... ella estaba destinada a irse, él a quedarse allí, y aunque
en Koochi la pelirroja aseguró que juntos podían superar las distancias y
prejuicios, algo en lo que seguía firme... se apoderó de la idea de que... para
avanzar, a veces es necesario dar un paso al costado.
Saliendo de las
oficinas, se dirigió a ZR, con los propósitos de ver como quedó el comercial y
hablar con Akihide. Mientras caminaba, ya intentaba organizar un discurso. ¿Qué
le diría? ¿Cómo podría fingir absoluta indiferencia sin sentirse mal, sin
sufrir, sin... traicionarse? ¿Y si le hablaba con la verdad? Si le confesaba
que decidió alejarse de él para proteger a sus amigas... que reacción tendría
Akihide? Diría que está bien, que haría lo mismo... ¿que eso era lo mejor? Si, conociéndolo,
estaría de acuerdo, aunque en sus fantasías más románticas, ella deseaba que él
se oponga, que la abrace diciendo: “Yo no puedo alejarme de vos”. Pero... el
pelilargo guitarrista no lo haría. Él aceptaría su decisión, diciendo que la comprendía,
aunque no era así. Si de verdad la comprendía, tendría que rechazar lo que ella
le diría. ¿Era capaz de hacerlo?
Después de ver el
comercial, y mostrarse conforme con el trabajo realizado, regresó a la entrada,
buscando con la vista a un Akihide que brillaba por su ausencia. Preguntó a
Ichiyo si la banda estaba allí, y terminó enterándose de que hubo una especie
de discusión por la llegada de Meggara.
Charlotte: (Sorprendida)
¿Megg? ¿Por qué vino aquí?
Ichiyo: Para hablar con Shinpei-san. Y después
de que ella se fue, Daigo-sama y Shinpei comenzaron a discutir. Parece que se
pelea... (Ve llegar a Daigo y se calla)
Charlotte: (sin
notar la presencia tras ella) ¿Se pelearon Daigo-san y Shinpei?
Daigo: ¿De qué
hablan? Los problemas de ZR son privados.
Ichiyo: Pero
Daigo-sama, esa fue una pelea entre ustedes. ZR no tiene que ver. (Alerta) Ahí
regresa Se-chan.
Selenia: (acercándose
a la recepción) ¿Paso algo en mi ausencia?
Daigo: Si, pero primero decinos cómo esta Meggara y cómo es que volviste tan rápido.
Daigo: Si, pero primero decinos cómo esta Meggara y cómo es que volviste tan rápido.
Selenia: Deje a
Megg en Aoringo, con Atsuko y Hernán. Y, por supuesto, ella se quedó muy mal después
de lo que pasó.
Daigo: Con todo lo
que le dijo Shinpei, se la entiende.
Selenia: (con
severidad) ¿Y para qué vino? Ella sabe que él está enojado, ¿para que se
expone?
Daigo: Esta bien
que venga, eso muestra que tiene buena predisposición para arreglar las cosas.
Selenia: Tendría
que esperar un tiempo prudente y esperar a que el enojo de Shinpei-san se
calme.
Daigo: ¿Para qué? Después
él va a ir por ahí lloriqueando porque ella no le muestra interés.
Charlotte:
Disculpen que me meta, pero Daigo-san tiene razón. (A él) ¿Qué paso? Sos tan
diferente... ¿Te quitaron el curso de machismo?
Daigo:
(visiblemente molesto) Akihide está en la sala de ensayo... solo.
Por esas palabras,
y la expresión el semblante de Daigo, Charlotte entendió que la estaba echando,
y sintió deseos de permanecer allí solo para fastidiarlo, pero como llegó hasta
la productora con el plan de ver al guitarrista, hizo caso omiso, pese a su
horrible sentido de la orientación. Encontró la sala de puro milagro... porque
alguien ejecutaba una canción con la guitarra tan serenamente que no podía
tratarse de otro más que de Akihide... Asomó la cabeza hacia el interior de la
sala... vio que no se trataba del
pelilargo, sino de Shinpei. A su lado estaba el guitarrista que ella buscaba,
murmurando algo que no podía escuchar al protagonista de lentes, hasta que este
último levantó la vista y notó la presencia de la extranjera. Por esto, guardó la guitarra en la funda y los dejó solos sin decir más.
Akihide:
(visiblemente contento) Charotte-sa… (Apenado) Charotte. (Breve reverencia)
Konnichiwa.
Charlotte:
Konnichiwa… (Intenta actuar con el menor entusiasmo posible… pese a que ver lo
contento que se puso con su presencia era tan adorable… No es justo) Me entere
de que Megg y Shinpei discutieron…
Akihide: No fue
así. Ella vino a buscarlo… pero él no quiso acompañarla y le pidió que se vaya.
Charlotte: (trata
de no mirarlo a los ojos) Entiendo… Selenia me dijo que dejó a Megg en AoRingo,
debería ir a verla…
Akihide: (cambia
repentinamente de tema) Hoy estás muy linda. (Ella lo mira, desconcertada, así
que siente que tiene que explicarse) Eeto… [4] Lo que quise decir es que…
siempre estás muy linda… Porque ya lo sos. Solo quería decírtelo… Quiero…
Quiero comenzar a decirte lo que pienso y… también lo que siento.
Charlotte: (Trago
saliva... dolorosamente... Justo en ese momento, después de que ella había
decidido alejarse de él... ¡Justo ahora Akihide quería demostrarle de alguna
forma lo que sentía. Piensa) "Por favor, rechaza lo que te voy a pedir.
Decime que no estás de acuerdo. Por favor" (A él) Arigatoo... Creo que
tengo que hacer lo mismo. Así que... En este momento... me interesa la
seguridad de Megg... y de Selenia también. Ellas son como mi familia aquí, y
valen más que cualquier capricho... que cualquier otra persona.
Akihide: (sin darse
cuenta) Es un sentimiento muy noble.
Charlotte: (al
borde de la angustia, siente que en cualquier momento brotara su inminente
llanto) Hasta ahora... nadie más que nosotros salió perjudicado. Y puedo
soportar todo eso, pero... no soy capaz de ver como lastiman a las personas que
aprecio. Así que...
Akihide: (comenzó a
comprender) ¿Lo decís por Ximena? (Al ver que ella asiente, con mucha concentración)
Yo... haría lo mismo si estuviese en tu lugar. Así que... no te sientas mal por
decirme esto. Entiendo que quieras evitarte más problemas.
Charlotte: (con las
primeras lagrimas aflorando de sus ojos y voz quebrada, se pone de pie y saluda
al guitarrista con una reverencia) Sumimasen... (Da media vuelta y comienza a
alejarse, pero... Akihide la detiene)
Akihide: (rodea a
la muchacha por la espada, aferrándose a ella. Apoya la cabeza en su hombro)
Yo... Soy quien debe disculparse. Esto es mi culpa, solo mía. Gomen nasai.
Charlotte: (ya no
puede contener el llanto, pero trata de que este no la desborde) Soltame... por
favor...
El guitarrista
libera a nuestra protagonista, quien huye de allí lo más rápido que puede,
antes que quebrarse por completo. Ella desea que él la detenga, que la pida que
se quede a su lado, mientras que Akihide, desde el fondo de su corazón, desea
que Charlotte de media vuelta y regrese a su lado. Ambos esperan desesperados
al héroe romántico que no se animan a ser.
Ella salió echa un
alma en pena, demasiado débil como para consolar a su amiga Megg, no podía ir a
verla. Tampoco deseaba regresar al edificio con las muchachas, así que, como en
los viejos tiempos, llegó hasta adonde estaba Agatha, y abrazándola lloro
amargamente. Una vez que se calmaba y parecía que estaba en condiciones de
contarle las razones de su angustia, esta trepaba nuevamente por su garganta.
Cuando su hermana fue a preparar un té de tilo, con el afán de tranquilizar los
destrozados nervios de Charlotte, vio que esta se recostó sobre el sillón,
seguramente, y ahora dormía profundamente. Agatha rio para sí, antes de retirar
los zapatos a su hermana para que pueda dormir cómodamente... quien sabe hasta qué
horas.
Varios días han
pasado desde aquel lunes por la noche. Megg no ha vuelto a ver a Shinpei, y la
angustia había comenzado a hacer estragos en sus ánimos, pues la llevaban
irremediablemente a la depresión. Las muchachas intentaban provocar su buen
humor, y ella trataba de sonreír para corresponder a sus esfuerzos, pero era
muy evidente que no era del todo sincera... En cuanto a la pelirroja, después
de esas diez horas de sueño en el sofá de la sala del piso donde estaba Agatha,
entró en un estado epifánico que sus amigas desconocían. Por suerte, su hermana
pudo advertirles de que se trataba: cuando Charlotte entra en estado de depresión,
se duerme y tiene un sueño epifánico que le ordena que pinte una imagen de ese
mismo universo onírico, así que se la pasaba pintando en la habitación,
realizando un mural. El cuarto de las extranjeras tenía tanto olor a pintura, diluido
y otros materiales que las protagonistas no podían dormir allí, y se instalaron
en la habitación de sus amigas japonesas.
Tsugumi: (mientras leía
uno de sus apuntes, vio hacia un lado) Se-chan... (Las demás, Maya y Atsuko
levantan la vista y notan que Selenia volvió a quedarse dormida) Se-chan... (Ninguna
quería sacudirla y despertarla, pero...)
Selenia: (levanta
la cabeza) Ah... (Respira fuerte para despabilarse) Tengo que seguir (retoma la
lectura)
Atsuko: Se-chan... estas
muy cansada... deberías dormir un poco.
Selenia: (negando
con la cabeza) Esta noche no puedo dormir. Tengo mucho que corregir. Megg puso
todo su amor en la traducción, pero hay muchas partes que están mal. Y
Charlotte, entre que pinta y pinta... se está atrasando con lo suyo. No puedo
darme el lujo de dormir.
Maya: Para empeorar
las cosas, hay rumores de que Daigo-sama esta saliendo con una mujer. Debes
sentirte muy mal...
Selenia: No puedo
darme ese lujo. Charlotte está deprimida, Megg también. Si yo me deprimo... No,
gracias.
Tsugumi: ¿Podemos
ayudarte?
Selenia: Si saben
español, sí.
Las tres muchachas,
decepcionadas por no poder ayudar a la ocupada Selenia, dirigieron la vista
hacia el cuarto en el que estaba Charlotte, y, atraídas por la curiosidad,
pasaron a ver el mural, aunque fuese solo asomando la cabeza: lucia fantástico,
pero les generaba una sensación de tristeza... la pelirroja estaba sentada
frente a su obra, contemplándola en silencio.
Atsuko: (Por lo
bajo) Que tristeza me da...
Tsugumi: Es como
ver el mundo derrumbarse...
Maya: Es como ver
morir al amor...
Charlotte: (todo lo
escuchó) No... No se trata de eso... Esto es algo más grande que yo.
Maya: Ah... Solo estábamos
mirando.
Charlotte: (apunta
al escritorio) Allá esta la tarea de esta semana. Dénsela a Selenia y díganle
que vaya a dormir. (Se levanta y sacude su ropa, sucia con pintura. Abre la
ventana) Ventilare la habitación para que podamos volver a dormir aquí.
La pelirroja comenzó a guardar los restos de pintura y
demás materiales, mirando a cada rato el mural, con una extraña sensación de
disconformidad, preguntándose por qué no entendían lo que ella pintó. Ese
siempre fue su problema: Jamás podía lograr que los demás vean lo que quería
expresar, y esto, inconscientemente, le gritaba que su obra no estaba
terminada. ¿Qué le faltaba? Era la pregunta que nunca pudo contestarse. ¿O es
que, como artista, era tan mediocre que no encontraba el lenguaje indicado?
Pasó esa noche, hasta el viernes a la mañana. La
habitación de las chicas aún no estaba apta para ser habitada, pues podían
intoxicarse con el olor del mural si entraban allí. Además, como Selenia se
durmió con la mitad del trabajo hecho, prefirieron no reunirse en la biblioteca
y terminar en el edificio las traducciones que faltaban. Almorzaron y partieron
Megg y la morocha protagonista hacia su trabajo, mientras que Agatha fue
invitada por Charlotte para conocer el producto de su epifanía. Pese a los años
que las unían, la hermana de la pelirroja no comprendía la pintura, le parecía
que trasmitía algo muy toxico, y eso no era lo que ella deseaba escuchar. Cada
chica del edificio que la vio dijo algo similar, y eso le resultaba
decepcionante. Tal vez ese mural no debía estar ahí. Su razón de ser
paulatinamente perdió sentido, incluso su presencia le parecía estorbosa, y por
algún extraño capricho, fue a comprar pintura blanca para borrarlo de la pared.
Entre que sucedía todo esto, Selenia llego a ZR y encontró
a todo el mundo alborotado, buscando por aquí y por allá. ¿Que buscaban? El
llavero de Daigo Naito, que había desaparecido durante la mañana. Si recuerdan
bien como comenzó esta historia, entenderán porque pidieron a la recién llegada
que los acompañe en la labor, tal vez volvía a aguzar el oído y el vocalista
dejaba de atormentarlos.
Akihide: (en voz alta) Deténganse. Daigo olvidó las
llaves en casa... o eso creo.
Daigo: No las deje ahí. Las traje, de eso estoy
seguro.
Akihide: Yo tampoco encuentro mi guitarra, pero iré a
casa a buscarla y traeré tus llaves. Algo me dice que están ahí.
Daigo: Anda, entonces. Nosotros seguiremos buscando.
(Akihide sale)
Obatta: Nadie seguirá con estoy. Estoy cansado y hay
mucho trabajo amontonado. Daigo-san puede buscar solo.
Selenia: (acercándose ala recepción, donde están
Ichiyo y Daigo, mientras el resto de la gente deja de buscar. A ambos) Aki-san
parece molesto.
Ichiyo: Es que... hoy vino Ximena-san a arreglar algo
de un desfile donde estará Charotte.
Daigo: Viene esa tipa y solo trae mala suerte. Desapareció
mi llavero, y la guitarra de Akihide. Es un gato negro.
Ichiyo: Pero yo vi a Aki-san entrar con la guitarra.
Daigo: Y yo traje mis llaves, estoy seguro de eso.
Selenia: ¿Las cosas desaparecieron antes o después de
que ella se fuera?
Daigo: Después. Quise ir a buscar algo en mi automóvil
y no encontré mis llaves en la chaqueta.
Selenia: Que raro, ¿no? Ella se va... y las cosas
desaparecen (los hace pensar) ¿Y si ella las robo?
Ichiyo: ¿Y para que querría las llaves de Daigo-sama?
Selenia: Porque son las llaves de la casa donde vive también
Aki-san.
Daigo: (sigue el hilo de pensamientos) Y la guitarra
es la carnada perfecta. (Los tres se quedan pasmados... -incluso Ichiyo, que
nada entiende-) Hasta eso puede llegar esa mujer... Está loca.
Selenia: Daigo-sama... ¿deberíamos ir a ayudar a
Aki-san?
Daigo: ¿Y que va a hacer? ¿Violarlo? Es imposible... (Lo
piensa bien) Pero... tratándose de Akihide... (Parece alarmado) tenemos que
ayudarlo... (Ve que Ichiyo le hace señas para que de media vuelta, y ah
hacerlo... se encuentra con su madre) Okasan?
Sra Naito: ¿Que forma es esa para saludar a tu madre?
Daigo: Dijiste que jamás pisarías este horrible lugar.
¿Por qué estas aquí? Y no puedo atenderte, voy de salida.
Sra Naito: No vengo a que me atiendas, sino a que me
digas que pasó con Katerin y por qué hay fotografías en las que se te ve con
otra mujer… (Comienza a mirar a Selenia, pero esta intenta escabullirse, así
que la madre de nuestro protagonista esquiva a su hijo y la agarra por un
brazo) Tu cara se me hace familiar…
Selenia. (simulando la voz) No sé de qué me habla,
obasan [5]. No la conozco.
Daigo: Esta chica solo es una empleada de ZR. Dejala.
Sra Naito: (ignora a su hijo) Tu cabello era largo… ¿Y
qué pasó con tu estilo? Vos sos Katerin.
Daigo: (impresionado, intenta desviar la atención) ¿Cómo
te parece que esta tipa gorda y estúpida es la bella e ingeniosa Katerin?
Selenia: (tocándose el pelo) Gracias por lo de bella…
(Como ve que él le dirige una mirada asesina, se explica) Ya lo descubrió, yo
no puedo cubrir tus errores. (A la Sra Naito) Katerin es una farsa. Yo soy
Selenia González, la asistente de vestuario de Obatta.
Sra Naito: (dirige una mirada de indignación a Daigo,
pero habla con la simpática morocha) ¿Asistente de vestuario? Se me hace
familiar… ¿Te contó mi adorado hijito sobre Anna Obatta?
Selenia: No, pero…
Daigo: (interrumpe, jalando a Selenia de un brazo)
Vamos por Akihide.
Selenia: (mientras es jalada) Sayonara, obasan. (A
Daigo) No me aprietes tanto.
Shinpei: (que justo entraba a ZR) Oh, ¿adónde van
juntos?
Daigo: Necesito que vengas conmigo. ¿Traes las llaves
de casa?
Shinpei: Si, pero no me gusta ser sujeta velas.
Daigo: Vamos a casa a rescatar a Akihide.
Sin palabras de por medio, Shinpei marcha con ellos
hacia la torre de departamentos de Shibuya en la que vive la banda. Ninguno habla,
sino que se mantienen alerta ante la menor señal, de Ximena o de Akihide.
Realmente deseaban que no sucediera nada malo, o que se hayan equivocado, pero…
tratándose de aquella loca, que les había parecido inofensiva y fue capaz de
hacer drogar a una chica para que abusen de ella… podían temer lo peor, y ya lo
estaban haciendo. Aunque, por desgracia, la morena era capaz de cosas mucho más
espantosas. No quiero adelantarme, solo deseo hacer una advertencia.
Cuando los tres llegaron al departamento, lo más rápidamente
posible, el peligro ya había pasado. Ximena no estaba allí, ni había rastro de
ella, o de Akihide. Al primer vistazo, él no estaba, pero cuando buscaron con más
detenimiento, lo encontraron en su habitación, colorado hasta las orejas, con
manos temblorosas, curándose un leve corte en la frente. En el suelo había
fragmento de un jarrón roto, y rastros de algún tipo de forcejeo… ¿Qué fue lo
que sucedió?
Selenia: Aki-san… ¿qué fue lo que paso?
Daigo: ¿Ximena te atacó?
Shinpei: ¿Qué pasó, Akihide? Decinos algo
Akihide: (habla lentamente, mirando hacia la nada) Ximena…
Estuvo aquí… Pero ya todo terminó (junta algo del suelo y se lo entrega a Daigo).
Tus llaves… Ella las robó. Al igual que mi guitarra.
Selenia: ¿Y dónde está esa perra? ¿Cómo se atrevió a
atacarte?
Akihide: Yo la eche. Ella… estaba aquí cuando yo
llegue. Se encerró en mi cuarto… conmigo y… comenzó a decir estupideces… Luego…
se quitó la túnica y… no tenia ropa debajo… Pero yo la eche.
Daigo: ¿Fue difícil, verdad?
Selenia y Shinpei: (indignados) ¿Qué decís?
Daigo: Bueno… Ximena es una desgraciada… pero es
atractiva.
Akihide: No… No fue difícil. Para mi hay… la belleza
no es importante, porque ella es muy bella solo por fuera. Por dentro... es una
mujer horrible.
Daigo: (apoya las manos en los hombros de Akihide)
¿Querés un te relajante? ¿Un café? ¿Agua?
Shinpei: (como Akihide no contesta) ¿Un pokari [6]?
Selenia: ¿Una medida de Sake?
Akihide: (aparta amablemente las manos de Daigo) No
quiero tomar algo. Quiero caminar. (Se levanta y se va.)
Cuando Daigo y Shinpei quieren seguirlo para impedir
que se marche, Selenia se les atraviesa en medio del camino, incluso abre los
brazos para no dejarlos pasar, mientras Akihide se aleja y desaparece dentro
del ascensor. Nuestra protagonista sabia hacia donde lo llevaría su deambular,
o a qué lugar lo conduciría su... ¿corazón? (Si, pónganle) Y para ella, ya era
hora de que esos dos resuelvan sus problemas. Ustedes creen lo mismo, ¿no?
¿Quieren ver lo que sucede? ¡Ok, se los mostraré!
Charlotte justo había regresado al edificio con la
pintura blanca y comenzaba a prepararla, mientras las demás muchachas
intentaban convencerla de que no lo haga. Seguramente si veían el mural más
detenidamente podrían entender lo que ella quiso expresar, pero la pelirroja se
negaba. Con tanta rapidez se arrepintió del trabajo de tres días. Ya tenía la
pintura preparada la pintura y el rodillo, decidida a dar muerte a su obra. Sin
embargo, de pronto la invadió un amor de "madre" que le impedía mover
una mano contra su creación. Ese pequeño monstruo que entristecía a quien lo
miraba merecía vivir, porque desde que lo creo ya tenía vida. Todo artista es
un Frankenstein, un Prometeo, de alguna forma.
Introdujo el rodillo en la pintura lista... ella no era Víctor, ese
mural no era un engendro... alguien golpea la puerta, así que detiene sus
acciones.
Charlotte:
(después de abrir rápidamente la puerta, pues piensa que se encontrara con una
de sus amigas... pero no) Eh?
Akihide: Charotte... las chicas me dejaron pasar hasta
aquí.
Charlotte: (confundida) Yo... te dije que... ¿Por qué estás
aquí?
Akihide: (ve el mural) Eso... (Indica la pared) ¿Lo
pintaste?
Charlotte: (lo deja pasar y cierra la puerta) Si, yo
lo hice. Pero voy a sacarlo de allí.
Akihide: (contempla el mural) ¿Por qué? Si es hermoso.
Charlotte: (extrañada) ¿Hermoso?
Akihide: Si... es triste, pero hermoso a la vez.
(Indica una parte del mural) Esta sos vos, pero no sos el centro, (indica otra
parte) estas son Se-chan, Meggara, Agatha, tus amigas... hay gente que yo no
conozco... (Apunta al centro) Y esta también sos vos, pero es una vos que no
todos ven. Charotte... ¿por qué te ves así? ¿Porque pensás que sos débil?
Charlotte: (cabizbaja) Porque... soy vulnerable.
Porque las cosas que no afectan a mucha gente... a mí me lastiman mucho. (Lo
mira) ¿Qué te paso en la cabeza?
Akihide: Ser sensible no te hace débil, no lo veas
como un defecto. Tu mural impacta el alma de la gente... y eso significa que tu
sensibilidad los mueve.
Charlotte: Ser sensible solo me lleva a ser
incomprendida.
Akihide: Yo no lo veo así... Charotte es una persona
maravillosa… A la que hirieron muchas veces, ¿verdad? Charotte es una chica que
tiene miedo… y que se resguarda dentro de sí misma para no ser lastimada otra
vez. No es una persona egoísta, aunque así lo crea. Es una niña y es una mujer
a la vez. (La mira fijamente a los ojos) No creo que tu sensibilidad sea un
defecto, sino algo bueno. Solo que vos… sos de esas personas que se guardan
todo…
Charlotte: (lo interrumpe) Solo… solo nos conocemos
hace dos meses. Y vos no tenés idea de… (Apunta el mural) Esta cosa muestra lo
patética que soy. La sensibilidad solo me llevó a odiarme por ser tan débil,
porque es muy fácil lastimarme, es muy fácil ilusionarme, deprimirme y hacerme
sufrir… (Siente un nudo en la garganta y deja de hablar)
Akihide camina hacia Charlotte, reduce la distancia
que hay entre ambos, pero todavía la siente muy lejos. Ella confunde la empatía
que ve en su semblante con lástima, e intenta ocultar su cara, pero él no se
lo permite. Retira suavemente la mano con la que ella quiere cubrirse el rostro
para mirarla a los ojos con una profundidad que atraviesa el alma de la
pelirroja. Quiere que se vaya y la deje sola, no desea que la vea flaquear, pero
al mismo tiempo, si el guitarrista diese media vuelta para irse, sería capaz de
seguirlo… Y es esa combinación de “dejame” y “abrazame” lo mueven a querer
abrazarla con su alma, con todo su ser. Ya comienza a atraer a Charotte, a
rodearla con los brazos, a reconfortarla con su calor para aliviar tantos
sentimientos encontrados, pero son los propios, los de él, un poco más fuertes.
De manera inconsciente casi, sujeta el rostro delicado de la pelirroja y busca con
su boca a aquellos labios rosados, que parecieron pétalos de flor. Esta vez no
demoró ni un segundo, no hubo una sola pausa que les permitiese retroceder o
pensar en otra cosa. Simplemente se unieron, por impulso del pelilargo guitarrista.
En ese beso, tan esperado por los dos, descargaron toda
la ansiedad de la espera, todo el deseo acumulado desde la despedida luego de
la exposición en el museo, desde la cena que compartieron, desde la visita a
Yokohama, desde que estuvieron en Koochi, en la galería de Shibuya y en la
sala de ensayos en ZR, antes de despedirse. Ambos se abrazaron fuertemente, cuando
uno parecía querer soltarse, el otro lo aferraba con fuerza, y si llegaban a
separarse un poco, apenas volvían a mirarse a los ojos, el magnetismo atraía
sus bocas nuevamente. Rechazaban completamente la idea de alejarse, pero lo
hicieron solo cuando Akihide noto algo ciertamente particular…
Akihide: (abrazándola) Charotte… estas temblando.
Charlotte: (rodea el cuello del guitarrita con los
brazos y lo atrae a un boca una vez mas) Es que… estoy emocionada. (Se abrazan)
Ante esta escena tan idílica, las chicas que
comenzaron a espiarlos desde hace un rato, sin que ellos lo notaran, se
mostraban complacidas y emocionadas al mismo tiempo, una de ellas hasta las lágrimas,
que no sabía muy bien su eran de alegría o de tristeza (ya imaginaran a quien
me refiero).
Megg: (sonriendo para sí, se aleja un poco) Vamos,
Charly… Hace que valga la pena.
Mientras todo esto sucedía en el edificio, luego del
fracaso que tuvo, Ximena llegó enfurecida a su departamento, arrojando cosas al
piso, a las paredes, de la misma forma en que, embargada de ira, arrojó un
jarrón contra el tímido protagonista. El rechazo de este, sus palabras
ofensivas hacia ella, y halagadoras hacia Charlotte, fueron la gota que rebalsó
el vaso. ¿Cómo pudo rechazarla? ¿Es que no tenía sangre en las venas? ¿Era más
fuerte el deseo que sentía por la pelirroja?
Ximena: (para sus adentros) ¿Ves belleza en ella,
Akihide? Una belleza que no puede notarse con los ojos… ¿Belleza interior,
dijiste? Esa desgraciada mocosa… Veremos si encontrás algo bello en su ser después
de que la convierta en un desperdicio.
Aclaraciones:
1 Fiesta de celebración por el nacimiento de buda.
2 Kore kara osewani narimasu “Le agradezco anticipadamente su amable
atención”.
3 Natsu: es el nombre del perro, pero significa verano.
4 Eeto: es una particula casi con el mismo valor de anoo, para hacer
pausa.
5 Selenia usa obasan para hablar a una mujer mayor.
6 Bebida isotónica deportiva muy popular en Japón.
No entendí nada de lo de la fiesta. :S Osea que, no se como se fueron todos al dpto de Braekerz dejando abandonados a sus amigos y bue a Agatha que no entiende un pomo japones y ni conoce??? WTF??
ResponderBorrarWeee ojala todo fuese tan fácil. Conseguir una cita asi como asi. Por lo de Ginzo jjaaja. Para cuando foto?
Uyy todo por la selección y mas si esta El Pipita :P lo que no entendí tampoco fue porque este pibe quería mirar el partido?
Cuantos días se la paso pintando Charlotte?
Porque tanto sentimentaliiiiismo?? Ok, ok. Soy yo la del problema :P
Por fin se besaron Aki y Charlotte jaja.
Tal vez falto alguna que otra explicacion, pero no creo que haya quedado todo tan nublado. Hay japos fans de ciertos jugadores, asi que nno deberia extrañarte que Ginzo sea fan :-).
BorrarEn cuanto a lo de la cita rapida, esto es ficcion despues de todo, jep
Y si es prota Charlotte, obvio qu etodo pasara por los sentimienos.
Que lastima que no te gusto el Cap, pero me esforzare en el proximo. Esta vez no tuve mucho tiempo para ser tan genial como siempre (XDDD)
Saludos!
Woooooowwwwwww Por fin!!!!! xDDD Beso de Aki-sama con Charly! Love it!
ResponderBorrarBueno, antes que nada quiero disculparme con vos por no comentarte antes (Es que estaba con el tema de un parcial...aunque se que eso no es excusa u.u) pero bueno pasa que para comentar tu blog me gusta tener un buen tiempo para dejar un comentario decente sino no (caprichos mios xD)
En fin...antes que nada me alegro de que a Megg no le haya pasado nada! fiuf!!! Yo sabia que tanto Shinpei como Selenia no iban a permitirlo (yey...) y esa colaboracion de Daigo estuvo genial! ^^ (Si...debo reconocer que me esta empezando a caer mejor)
Tambien me gusta como siempre la interaccion graciosa de Daigo y Charlotte! y aca se nota con mas razon, lo cual me entretuvo mucho xD
"Charlotte: (recobra sorpresivamente la consciencia de un tirón y se aleja de la cama en un salto) Esta es la habitación de Akihide... ¿Por qué estabas durmiendo aquí?
Daigo: Pervertida... Viniste a acosar a mi amigo.
Charlotte: El futon en el suelo es muy incómodo y él me ofreció dormir aquí si no estaba a gusto.
Daigo: ¿Y por qué no te aseguraste de que fuese Akihide y no yo el que estaba aquí? Ahora esos idiotas pensaran que paso algo entre nosotros.
Charlotte: Si se atreven a pensarlo, voy a poner una cara de acuerdo a las circunstancias (comienza a torcer su expresión de recién despierta a una de... "mal atendida")
Daigo: (pasmado al ver su cara) ¿Qué? (Rezonga) De acuerdo, yo haré lo mismo (da media vuelta y regresa a verla... con una carita de perro asustado y tembloroso, despeinado y... hasta traumatizado, que casi saca de sus casillas a la pelirroja. La apunta y habla con voz débil). Ella... es una depravada... parecía un pulpo intentando manosearme."
JAJAJAAJAJAJJAJAAJ Daigo es un hdp!
"Charlotte: A Daigo) ¿Vos estabas en el hotel?
Daigo: Si.
Charlotte: ¿Y qué hacías ahí? (Lo piensa bien) No, no me contestes.
Daigo: ¡Callate y deja escuchar!"
AJJAJAAJJAJAJAJA La verdad que yo tampoco lo queria saber xD
Odio cada vez mas a la bitch de Ximena GRRRRRRR.... Me hace enojar ¬¬ y si Akihide no te quiere (saca lengua) Asique TOMA! xD Es una maldita bruja...como dice Charlotte!
ResponderBorrarMomento Agatha con el vecino: Wiiii! Agatha se consiguio un pretendiente xD (Me pregunto quien seria? Mmmm aunque puedo adivinarlo) La mina re mirando futbol asi nomas con el pibe. Me mata su sencillez! (Por cierto, me parece que conozco el perrito de la foto)
Selenia u.u Que buena amiga que es! Me dio pena verla asi...tan embargada de cosas. Ojala que le salgan mejor las cosas mas adelante porque se lo merece :) (Ella mas que nada que siempre ayuda a otros)
Ximena queria violar a Akihide D: !!! nAAAAA! Yegua...te agarro de los pelos jajajajaja (Eso me recuerda que tengo que mostrarte algo) Pero lo bueno es que Akihide no es facil... ;)
Esa escena de Charlotte y Akihide *.* OH MY CAT ! que dulces son... (Por cierto que me encanta que le des un perfil artistico a Charly...es lo más ^.^) Y a mi SI me gusto el discurso de Akihide y la descripcion del beso wiiiii!
Por otro lado, pobre de Megg que aun esta en veremos con Shinpei (ya quiero que arreglen sus cosas! no me gusta verlos asi T.T)
Me pregunto que hara ahora Soraya...digo digo Ximena xD para embaucar a Charly arruinar su relacion con Akihide ¬¬ Esa no se toma descanso para sus maldades...envidiosa u.u
Te leo en la proxima! ^.^ Excelente cap.!
Holiss!!! Que bueno que ten gustó el capítulo!!
BorrarXimena puede ser aún peor, te lo aseguro, falta su golpe mas groso... (qué tétrico) Y si Daigo te agrada... espera lo que se viene en el próximo episodio!!! Se van a enamorar de él poco a poco.
Todavía falta para la reconciliación, falta un poquito, pero será muy gracioso, lo prometo! En cuanto a Charlotte y Aki, exactamente al beso... gracias y que bueno que te gustó. a mí todavía no me convence, pero se que puedo mejorar! (y los comentarios me dan ánimos!!
Hola!!
ResponderBorrarPobre Megg con el golpazo que termino! Aunque es un suerte que llegara solo a eso, menos mal que Shinpei estaba atento y decidio seguirla y avisar a Selenia, ademas de la ayuda de Daigo.
Jajajajaja la parte de Daigo y Charlotte en la cama me encanto "Daigo: Pervertida... Viniste a acosar a mi amigo." tengo que admitir que la situacion da para pensar mal xD Ahora si la habitacion era de Akihide, y Charlotte se acosto ahi, me pregunto cual seria la reaccion de Aki si el que estaba acostado fuera el, seria lindo de ver con lo timido que es jajaja
"Ella... es una depravada... parecía un pulpo intentando manosearme." Ay por dios amo las ocurrencias de Daigo jajaja
Naa fue todo un plan de Ximena para Charlotte?? Pero esta mina esta muy mal ¬¬ crei que era una ex novia arrepentida, obsesionada y bastante yegua pero ya directamente es una psicopata, por dios de donde la saco Akihide?? Para mi justo se la cruzo cuando se escapaba del psiquiatrico jaja
Wow Saori? No me esperaba que arreglara las cosas con Daigo, aunque me alegra!
Daigo: (indignado) ¿Otra vez escuchando detrás de la puerta? ¿Qué fue lo que oíste, chismosa?
Selenia: (realiza imitaciones casi perfectas) Daigo-sama, vinimos a pasarla bien aquí, Shinpei-san puede resolver sus problemas solo. Callate... Además, te veías mejor con la ropa puesta, ponetela y desaparece de mi vista. (Vuelve a su modo normal) Y hasta ahí escuche.
jajajajaja me encanto Selenia y sus recuerdos actuados XD Te veias mejor con la ropa puesta?? Auch! Daigo tendria que practicar metodos menos crueles para sacarse de encima a las mujeres, perfecta la descripcion de Saori realmente es una bestia jaja
Como entro un perro al departamento de Agatha? aaaww pero es tan lindo!! Creo que en su lugar por mas insoportable que fueran sus ladridos y que me "decorara" el piso no podria enojarme es muy tierno! Pero si me enojaria con el dueño por ser descuidado, creo que se salvo solo por ser atractivo no? jaja y bueno Agatha termino con el piso limpio y una cita, que mas puede pedir? XD
Uuu no por fin el enojo de Megg hacia Shinpei desaparecio pero veo que el de el no :( Espero puedan solucionar las cosas pronto, no seas rencoroso Shinpiii y dejala hablar,Daigo tiene razon, y la verdad no deja de sorprenderme su cambio :O
Daigo sale con alguien? Quien sera?
"Daigo: Viene esa tipa y solo trae mala suerte. Desapareció mi llavero, y la guitarra de Akihide. Es un gato negro." jajajaja naa yo tengo un gato negro y no trae la desgracia que trae Ximena! xD
Pero como pudo tirarle con un jarron si supuestamente lo quiere tanto?! aish si fuera real, la mataria!! jaja
Daigo: ¿Fue difícil, verdad?
Selenia y Shinpei: (indignados) ¿Qué decís?
Daigo: Bueno… Ximena es una desgraciada… pero es atractiva.
ajajajjaja este tipo es un pervertido! Menos mal que Aki es muy diferente :P
Por fin llego el beso!! La verdad cuando vi que Charlotte decidio alejarse por sus amigas, y Akihide no la detuvo pense: nooooooo otra vez no!!! jaja me pasa por reaccionar antes de seguir leyendo no? Pero la ultima escena entre ellos fue genial, que el fuera el unico que entendiera el mural, y todo lo que le dijo, me encanto!
Solo puedo decir: gallo, por fin fuiste por tu gallina!! XD
Tambien me gusto la cancion para crear clima
Las chicas espiando, jaja quien no lo haria? Aunque Tsugumi debe tener sentimientos encontrados pobre :(
Me encanto el capitulo! Que mas puede tramar Ximena? wow no se rinde ¬¬
Saludos ^^
Hola!!! como siempre, gracias por tu abarcador comentario!! en el próximo capítulo ya se explicará el porque del cambio del soberbio vocalista a cooperativo vocalista...
BorrarPero, por mas que él cambie, seguirá sin soportar a Charlotte... jejeh. Y Akihide se hubiese puesto colorado de acá a la china, pero después contemplaría a la bella durmiente, jajah, hasta ser descubierto :P
Ximena es la parodia de las villanas de telenovela, aclaro que por eso es tan guacha, ^_^
Saori regresará a la historia pronto, y sera muy interesante! Y digamos que Daigo no es muy sensible a esas cosas... glups
Agatha merecía un poco de suerte! tratare de subir pronto la foto de los personajes, así aclaro quien el bombonazo que da cuerpo a Ginzo
Pronto el conflicto Megg Shinpei se resolverá, primero los haré reír en el camino, ^o^
Aki es muy sensible, asi que una mujer desnuda no le afecta (XDDDD) Y allí tienen lo que deseaban!! Besito! espero que haya valido la pena esperar! Y la música es de lollipop f (datito)
Tsugumi lloro... :( Y preparate nomas, que se viene la peor perrada de Ximena. Alguien podra defender a Charlotte? No te pierdas el prox... ah, ya parezco propaganda...
Gracias por seguir tan fielmente la historia! Se viene lo mejor!!