miércoles, 16 de enero de 2013

Capítulo 5: ¡A trabajar!


(Los muchachos que faltaban: Shinpei y Akihide!!!)
Por fin llegaba para nuestras chicas el primer día de trabajo. Pero antes tuvieron que pasar por el domingo. Sus ya amigas japonesas se habían ido a visitar a sus familias (lo mismo que todas las jóvenes) así que se quedaron solas, con la portera y la cocinera, quienes propusieron ir al templo para pedir por una buena estadía en Japón, por la felicidad y el éxito  Las mujeres se divertían con las anécdotas de Selenia, con su japones cantadito y tan irregular. Como ellas no sabían mucho inglés, Charlotte y Megg se esforzaron por organizar el escueto vocabulario japonés que sabían, pero lograron hacerse entender (con ayuda de Selenia).
Almorzaron con ellas y por la tarde fueron a la plaza cercana al edificio, donde se relajaron e hicieron algo de ejercicio. Pasearon tratando de no perderse hasta que cayó la noche y se guiaron con las fotografías de Megg para regresar. Cenaron una vez que regresaron al edificio, y se dieron cuenta de que la mayoría de las chicas había regresado, así que, antes de dormir, charlaron con sus nuevas amigas un buen rato.
Despertaron el lunes a las siete de la mañana, desayunaron todas juntas shi-cha, oniguiris con tempura y okonomiyaki [1]. Luego partieron  a su primera clase en la universidad, donde se presentaron ante la clase. Charlotte y Megg solamente dijeron sus nombres, edades y de donde vienen, mientras que Selenia habló hasta que se le cansó la mandíbula, y más tarde varios de sus compañeros se le acercaron porque les pareció simpática e interesante, pero sólo como una curiosidad que no encajaba del todo en sus sistema.
Regresaron al edificio cerca del mediodía, luego de pasar un par de horas en la enorme biblioteca, asustándose con los libros llenos de kanjis y kanas [2]; descansaron un rato y almorzaron en el comedor yakisoba, arroz mochi y Shyabu-shyabu [3]. Al final del almuerzo, subieron a su habitación a recostarse y prepararse para el trabajo. Juntas las cuatro llegaron hasta el café Ao Ringo [4], donde se quedaron Megg y Atsuko. Selenia siguió unas cuadras más hasta ZR, e inmediatamente llegó Obatta le tiró una pila de ropa para arreglar. Mientras que Charlotte sólo tenía que caminar un poco más para llegar al centro recreativo, y fue a cambiarse en la oficina igual que sus compañeras de trabajo (bastante indiferentes a ella) y recibió una enorme cantidad de folletos. Le pareció que jamás los entregaría, y así ocurrió la primera hora.
Charlotte se sintió invisible, la gente pasaba cerca de ella ignorándola, igual que sus compañeras. Esto resultaba terriblemente desalentador para ella y comenzó a sentirse mal, ya que había subestimado el trabajo de promotora, creyéndolo demasiado fácil, y en ese momento… tomó dimensiones tan complicadas.
Sin importarle lo demás, Charlotte regresó al vestidor, presa de la angustia. Pero, cuando pasó frente al espejo, se miró, casi sintió pena por la expresión de su cara, que le pareció patética. ¿Quién era ella? ¿Qué le pasaba? Observó fijamente su rostro, exento de todo maquillaje, preocupado a impotente, y esto la llenó de rabia.
Charlotte: (para sí misma) Tonta… A vos nadie te desprecia.
Buscó dentro de su bolso la base de maquillaje, el delineador, la máscara de pestañas y el labial, y comenzó a maquillarse. También se deshizo del gorro que formaba parte de su uniforme y descubrió su melena roja al viento. De esta forma, recuperada y decidida, salió nuevamente y comenzó a caminar sin saber adónde, pero con pasos firmes. Cada vez que extendía un folleto era bien recibido, incluso algunas personas se detenían ante ella esperando uno. La joven caminaba y caminaba, y la pila de papeles del fue agotándose. En un momento se vio rodeada de gente que, usando como excusa la promoción, quería contemplarla o tomarle una foto. Charlotte, con la mejor de sus sonrisas, aprovechó esa oportunidad.
Su turno terminaba en una hora, pero solo le quedaba un folleto y estaba ansiosa por entregarlo, así que lo ofreció a la primera persona que pasó frente a ella. Un hombre de estatura baja que llevaba un sobretodo negro y el pelo algo largo. Este retrocede, pues la acción de ella lo toma por sorpresa. La muchacha, como no entiende qué paso, insiste, él vuelve a retroceder, y ella a insistir, y así sucesivamente hasta que el hombre empieza a alejarse cada vez más rápido, llevado por una mezcla de impresión y susto, dando la espalda a una Charlotte que, dominada por la rabia, comienza a perseguirlo. Eso provoca que aquel vaya más rápido hasta correr, sin dejarse alcanzar por la furiosa chica, que lo sigue con tenacidad, aún sin saber por qué.
Ya cansada, Charlotte se detiene cuando lo pierde de vista y la sed invade su cuerpo. Mira resignada el último folleto, el cual es arrebatado de sus manos por Selenia.
Selenia: (con tono simpático) Estás cansada… No te esfuerces demasiado.
Charlotte: (Jadeando) No… Pasa que estaba persiguiendo a alguien. Pero se me escapó.
Selenia: (preocupada) ¿Te robó? (piensa) No… Estamos en Japón… y en una linda zona.
Charlotte: Quise darle un folleto y salió corriendo. Ya ni sé por qué lo perseguía. (rezonga) Me muero de sed.
Selenia: (apuntando el local tras ella) Ahí está la cafetería de Megg. Yo vine a comprar unos expresos con crema. Seguro que Megg te invita agua.
Charlotte: (mirando hacia atrás) OK.
Las dos muchachas entraron al local, donde ocurrieron cosas que después les contaré. Ahora déjenme narrarles cómo fue la jornada de Selenia.
Llegó a ZR temprano, se presentó ante sus compañeros como en la universidad, hablando sin freno, hasta que Obatta la tapó de trabajo para que se callara, pese a que algunos se quejaron, porque les divertía mucho aquel discurso. Se la pasó un buen rato cosiendo y soportando que la gente que pasaba por frente a la oficina la mirara de reojo. En un momento, ya harta, les gritó:
S: (irritada) Cobro por ver, ¡eh! Cobro caro.
Más que por lo que dijo, se espantaron por sus gritos.
Ya tenía casi todo resuelto cuando la llama Obatta para que vaya al set inmediatamente termine. Selenia se apresuró y fue a asistir a su jefe, llevando lo que le había pedido. Lo encontró junto a Breakerz, Obatta parado a un lado, Shinpei (con sus eternos lentes de sol) y Akihide sentados  y Daigo tirado en un sillón con el rostro somnoliento.
Inmediatamente la vieron, Shinpei gritó ¡next! Y todos rieron al ver la expresión de Selenia.
Akihide: (a Shinpei) No digas eso. (a Selenia) Sumimasen. Estaban esto dos (apunta a Daigo y Shinpei) diciendo que ellos deberían supervisar el casting para el clip ahora mismo y justo apareciste.
Selenia: Ah… Pero yo no aspiro a ser la chica fatal.
Shinpei: Deberías adelgazar para eso.
Akihide: ¿Qué tenés en contra de esta pobre chica? Es invierno.
Shinpei: Hay que mantenerse en forme incluso en invierno.
Obatta: Serenia, mostrales lo que te pedí que traigas.
Selenia presentó las tres propuestas de ropa.
Daigo: (por la suya) Me conforma el modelo, pero le falta más accesorios.
Akihide: El mío está bien.
Shinpei: (haciendo un gesto de desaprobación) ¿Por qué el mío tiene mangas?
Daigo: (con sarcasmo) Perdón, señor bíceps.
Shinpei: ¿Para qué voy al gimnasio si no puedo presumirlo?
Obatta: (a Selenia) Después sácale las mangas.
Selenia, en un brusco tirón, arranca una manga, lo mismo hace con la otra y muestra el resultado a Shinpei.
Shinpei: ¡Excelente! Ahora estoy de acuerdo. (Levantándose. A los demás) Bueno, me voy a comer algo. ¿Dónde venderán curry?
Selenia: A unas cuadras de acá hay una cafetería donde hacen curry y cosas por el estilo.  Ahí trabaja una amiga mía. Se llama Ao Ringo.
Shinpei: Oh, pobrecita...
Selenia: Me referían al local, no a mi amiga. Ella se llama...
Shinpei: (haciendo en gesto a Selenia para que se calle) Estoy algo apurado. Gracias por la recomendación. Nos vemos (se va).
Obatta: Serenia, guardá esa ropa. Luego tenés que acompañarme al casting. (a Daigo y Akihide) Y ustedes deberían volver al camarín.
Daigo: Pero queremos ver el casting.
Akihide: ¿Queremos? ¿Vos y quién más? (poniéndose de pie, al igual que Daigo, quien lo hace con pereza) Mejor vámonos.
Obatta: (a Daigo) Ni loco permito que veas el casting, supernova [5].
Daigo: Bueno, bueno (se va junto a Akihide).
Selenia está a punto de seguirlos, pues en el camarín tiene que guardar  las propuestas, pero Obatta se lo impide.
Obatta: (seriamente) Quiero advertirte algo, Serenia.
Selenia: (con curiosidad) ¿Qué sucede, Oba-sensee?
Obatta: (apoya una mano sobre el hombro de la muchacha) Si me entero de que en algún momento tenés una relación con Daigo-san, te despido.
Selenia: (sorprendida) ¿Eh?
Obatta: (solemnemente) Ajisai y suisen no hacen un buen ramo [6] (se va).
¿Ajisai? ¿suisen? ¿Cuánto licor habrá tomado Obatta? Eran preguntas que recurrían a la mente de Selenia en el momento en el que abandonaba el set y se dirigía al camarín vacío (¿Dónde se metieron los otros dos?). Luego se reunió con su jefe para ver el desfile, mientras trataba de descifrar en su mente la frase de las flores, así que no prestó atención a las entrevistas. ¿Realmente sería malo salir con Daigo? No tenía ni que pensarlo, pues no era una posibilidad al alcance de su mano. Él estaba hecho para cautivar sobre el escenario a las chicas como ella con su carisma, su voz y su bello rostro, y ella era la clase de persona insignificante para alguien así, que solo podía aspirar a ir a uno de sus recitales y gritar con euforia por su amor platónico. ¡Al demonio con las fantasías de Obatta!
Obatta: Serenia.
Selenia: (alterada) ¿Qué pasa, Oba-sensee?
Obatta: Creo que voy a dormirme. Andá a comprarme un café, un expreso con crema. (alto) ¿Alguien quiere un café?
Director: Dos del mismo, por favor (le da un billete de mil yenes [7] a Selenia).
Selenia: Tres expresos con crema. OK, ok (se va).
Así es como llegó al café y encontró a Charlotte, cansada de perseguir a un extraño misterioso y escurridizo. Invitó a entrar al local, donde encontraron a Megg.
(Mas o menos así sería el uniforme de Megg)
El primer día de trabajo de la doraba extranjera fue muy tranquilo. Llegó temprano, se cambió en la oficina la ropa de calle por el  uniforme: un vestido negro tipo camisa largo hasta por debajo de la rodilla, con el cuello y los puños blancos, el delantal con frente y tiras fruncidas que se anudaba atrás, bucaneras negras y guillerminas del mismo color. Después comenzó a atender las mesas, causando revuelo por su cabello suelto, su simpática sonrisa y sus ojos claros. Iba y venía, tomando pedidos y llevando bandejas, pasaba una y otra vez cerca de una ventana amplia y vistosa, desde la cual fue vista por alguien… Como ya se ha dicho, Shinpei; uno de los guitarristas de Breakerz, buscaba un lugar tranquilo donde comer su platillo favorito: el curry. Selenia le había recomendado que fuera allí, pero el nombre no le generaba confianza, así que decidió pasar de largo cuando vio una melena rubia y una figura graciosa que llamaron su atención. Finalmente entró, y para su suerte, fue Megg quien lo atendió.
Megg: (sonriendo, pese a la impresión que le causó Shinpei) Okaeri nasai. ¿Mesa para uno? (Piensa) “¿Por qué continua con lentes de sol si ya está adentro? Caray… Que peinado más raro… ¿Tiene el pelo verde?”
Shinpei: Claro. (Piensa) “Oh, que preciosa… y su cabello es rubio de verdad. ¡Que ojos más bonitos! Qué delgada. Es tan Kawaii [8]”
Megg: (después de guiarlo hasta una mesa disponible. Extendiéndole la carta) Aquí tiene.
Shinpei: (Tomando la carta, pero no la mira) Solo quiero un plato de curry de cerdo picante… y orenji juusu [9].
Megg: (tomando nota) Bien, bien. (guarda la libreta en el bolsillo de su delantal. Piensa) “Curry… ¿a esta hora? Cielos, que raros son los japoneses” (a Shinpei) traeré el jugo en un segundo. Con permiso (se va).
Shinpei no puede evitar seguirla con la mirada mientras ella camina, y como ese día sus lentes eran muy claros esto no resultaba ningún problema. Pidió luego a sus compañeros de banda, Daigo y Akihide, que se reuniesen con él en ese lugar para ver al ángel que había encontrado.
Cuando su curry y juusu ya estaban servidos, llegaron sus amigos: Daigo fue el primero en llegar, casi ignoró a la mesera que quiso atenderlo para poder reunirse con Shinpei. Luego apareció Akihide muy agitado y un poco asustado.
Daigo: ¿Qué te pasó?
Akihide: (jadeando) Una fan me reconoció y me siguió hasta acá.
Shinpei: Dale un autógrafo y listo.
Akihide: Pero me tomó por sorpresa. Me asusté porque me seguía. Estoy acostumbrado a que se me acerquen con discreción, me saluden y me pidan el autógrafo, no a que me persigan.
Daigo: (agarrándole un mechón de pelo) Tenés que acostumbrarte a ser un sex symbol (le suelta el cabello y ríe junto a Shinpei).
Akihide: Ríanse si quieren, pero yo me asusté enserio. (trata de calmarse) ¿Dónde está el ángel del que nos hablaste?
Shinpei: Debe andar por ahí (revisa con la vista el local mientras come su humeante plato de curry).
Daigo y Akihide lo ayudan, y este último, al mirar hacia la puerta, reconoce en una de las dos chicas que entraban a la loca acosadora que lo perseguía.
Akihide: (cubriéndose la cara) ¡Ahí está! ¡Esa que entra es la fan!
Daigo: (mirando hacia la entrada sin disimulo) Esa es la asistente de vestuario, Se-chan. ¿O te referías a la pelirroja?
Akihide: Si, la pelirroja, no la pelivioleta.
Daigo: (lo mira) No es violeta, es castaño.
Shinpei: (mirando a Selenia y luego a sus compañeros) Es negro.
Daigo: Es castaño. ¿Qué colores vas a distinguir con esos lentes?
Shinpei: Yo ya me acostumbre a la vida polarizada.
Daigo: (a Akihide, luego de observar a Charlotte) ¿Sos idiota? ¿Estabas huyendo de una chica tan linda?
Shinpei: Es cierto, es muy bonita. Pero no más que mi ángel rubio (apunta a Megg, que estaba parada sobre un pequeño escenario y agarraba el micrófono).
Megg: (a todos) Konnichiwa [10]. Preparé una canción llamada Silky Heart de Yui Horie. Espero que les guste.
La pista comienza a sonar y Megg a cantar.

Mientras ella cantaba, Shinpei la contemplaba fascinado y absorto de todo (excepto de su curry). Daigo y Akihide, mientras tanto, pedían un café y un jugo respectivamente y disfrutaban con moderación la canción de Megg. Selenia y Charlotte, que ya se habían acercado a la barra para pedir los expresos y el agua, también gozaban la actuación de su amiga, con coreografías de manos incluidas, una con más efusividad que la otra.
Cuando terminó la canción, Charlotte y Selenia comenzaron a aplaudir… ellas solas. Al ver que nadie más las acompañaba, estuvieron por detenerse, pero Shinpei también aplaudía. Daigo y Akihide compartieron una mirada cómplice y decidieron seguir a su amigo. Atsuko y las demás meseras se contagiaron de la euforia de las extranjeras y pronto toda la cafetería estaba aplaudiendo a Megg, quien casi lloraba de la emoción y agradecía repetidas veces.
Charlotte ya había bebido y estaba esperando junto a Selenia los expresos cuando reconoció en una mesa al hombre que se le había escapado, sentado junto a otros dos, uno de lentes de sol (¿en invierno?), y el otro con un rostro agraciado, parecía hecho de cera y resaltaba entre los demás.
Charlotte: (a Selenia indicando a Akihide con discreción) Ese es el loco que se me escapó.
Selenia: (mirando sin disimulo) ¿Aki-Sama?
Charlotte: (sorprendida) ¿Lo conoces?
Selenia: Si, es el guitarrista de Breakerz. Ahí esta con la banda. El de lentes es el segundo guitarrista, Shinpei-Sama. Y el... (no sabe que decir, aunque tiene ganas de un "el de la cara más hermosa que hayas visto en tu vida", pero se contiene) bueno... Es Daigo-Sama. ¡Es el líder!
Charlotte: (con astucia) ¿El tipo del llavero?
Selenia: Sip. ¿Verdad que tiene un rostro perfecto?
Charlotte: Ni hablar. Parece un muñeco de cera de los buenos. (Con duda) Pero todavía no entiendo por qué huyó de mi el tal Aki.
Selenia: Es Akihide. Y seguramente pensó que eras una fan enloquecida y se puso nervioso. Él es super tímido.
Charlotte: (con interés disimulado) ¿Y Breakerz que hace? ¿Pop o rock?
Selenia: Rock y visual. Aunque por sus cinco albumes había desde rock tranqui tipo Asian, alternativo tipo Uver, metal tipo Maximum, y onda metal melódico... como Nightmare [11]. Combina todos los géneros que me gustan.
Charlotte: (apenada) Que tonta. Si tienen guitarras, ¿como voy a preguntar el género?
Mientras ellas charlaban, en su mesa los muchachos también lo hacían.
Shinpei: (entusiasmado) Wow... ¡Esa chica canta como un ángel!
Daigo: (quitándole importancia) Muchas idols de Japón cantan mejor y tienen una voz más entrenada.
Akihide: (a Daigo) No seas malo. (A Shinpei) Si, afina bien y es bastante moe [8].
Daigo: (observa a Megg) Me parece que es kawaii.
Shinpei: Eso pensé yo. Por cierto, Akihide, la moe de allá (apunta hacia donde está Charlotte) te está mirando.
Akihide: (espiando a través de los lentes de Shinpei) ¡Ay, no! No puede ser. Creí que no me había visto.
Daigo: (mira sin disimulo) Pero... baka. ¿Ves como está vestida?
Akihide: ¿Eh? (Intenta volver a espiar, pero Shinpei se aparta)
Shinpei: Mis lentes no son espejos.
Daigo: Es una promotora... O sea, no te perseguía, quería darte un folleto.
Akihide: (agarrandose la cabeza, desea que se lo trague ta tierra) ¡Ay, no! Yo creí que era una loca, seguro pensó que el loco era yo. ¿Debería disculparme?
Daigo: (riendo, igual que Shinpei) ¡Qué más da! Ya pasó, dejalo así.
Ya habían llegado los expresos de Selenia, así que las dos decidieron marcharse. Pese a todo, Charlotte sintió el capricho de pasar cerca de la mesa donde estaba Breakerz (aunque Selenia fue por el lado más fácil), caminando sensualmente y con seguridad, con el fin de provocar que Akihide se arrepintiera de huir de semejante belleza. Avanzaba con decisión y sin problemas, pero, cuando estaba al lado, uno de sus tacos se rompió, producto del desgaste por correr tras un rockero fugitivo. Ella estuvo apunto de caer violentamente al suelo, y esto hubiera sucedido de no ser porque Akihide, quien estaba más cerca, pudo sujetarla a tiempo para que no se lastimara.
Cuando sus ojos se encontraron, el mundo alrededor desapareció por un momento. Akihide, al poder ver tan claramente a Charlotte, quedó fascinado por la belleza de su rostro, la profundidad de sus ojos de gato, su cabello rojo, el rosado cuello descubierto por la bufanda que cayó al suelo, y sus manos tan femeninas, al igual que por la suavidad del cuerpo que sostenía entre sus brazos. Mientras que ella, si bien no pensó que era el hombre más guapo que había visto, si le gustó su rostro amable y estático, que le pareció muy lindo. Por el susto y la impresión, sintió ganas de abrazarlo, y así lo hizo, pero cuando empezó a atraerlo hacia ella, Akihide sintió que algo no estaba bien.
Charlotte: (abrazando repentinamente a Akihide. Sin darse cuenta, le habla en español) Gracias. Gracias. Pude haberme lastimado si me caía.
Akihide no sabía que decir ni como soltarse de los brazos de Charlotte (aunque sinceramente tampoco quería hacerlo), mientras que los que estaban alrededor dirigían hacia ellos una mirada incrédula de desaprobación, a excepción de Selenia, Megg y Shinpei (este los miraba con una expresión divertida, casi riendo).
En un momento, Atsuko decidió separarlos, ayudada por Daigo.
Atsuko: (a Charlotte) Que actitud tan indecente, Charotte-san. Deberías sentirte avergonzada.
Charlotte: ¿Por qué? No estamos haciendo nada malo.
Shinpei: ¿Por qué los separaron? Se veían tan bien juntos que quería tomarles una fotografía.
Selenia: (a Shinpei) No es momento de bromas, Shinpei-Sama. Aunque hacen una linda pareja.
Shinpei: Te diste cuenta, ¿no?
Daigo: (levemente irritado) ¿Qué linda pareja? (A Akihide) ¿Y a vos qué te pasa?
Akihide: (colorado y con dificultades para mantenerse en pie) Creo que casi me muero... Necesito aire (sale).
Daigo: (a Charlotte) Evidentemente no sos japonesa, por eso te advierto que es de mal gusto dar esa clase de espectáculos.
Charlotte: (intimidada por la voz de Daigo, se esconde tras Selenia) ¿Qué dijo este tipo...? Tiene voz de demonio.
Selenia: Dijo que es de mal gusto andar abrazando desconocidos en lugares públicos. (A Daigo, haciendo una reverencia) Me disculpo en nombre de Charlotte por este incidente. Ahora tengo que irme. Si estos cafés llegan fríos, Oba-sensee me echa.
Daigo: Que no lleguen fríos. (saca las llaves de su bolsillo) Entonces te llevo. También tengo que volver a ZR.
Los dos se van, mientras el resto los sigue con la mirada y una expresión de sorpresa. Charlotte decide marcharse también, para poder terminar su turno y volver al edificio. Además, tiene curiosidad por saber si Akihide esperaba afuera.
Finalmente regresa el movimiento normal y tranquilo al local. Shinpei, antes de marcharse, pide la cuenta. Luego de pagar, se despide de Megg.
Shinpei: (parado enfrente de Megg) Oh, fue una maravillosa canción.
Megg: (apenas entendía lo que le dijo, y trataba de ocultar su incomodidad) Arigatoo gozaimasu.
Shinpei: (distraído) Fue mejor que el curry. Estaba sabroso, pero me gusta un poco más picante.
Megg: (esta vez entiende menos que la anterior) Hai... (piensa que responder) Esperamos que regrese pronto.
Shinpei: Claro que regresaré, pero especialmente para verte. Sayonara [12] (se va).
Megg: (ya nada entiende) Eh... Sayonara (se queda pensando).
Atsuko: (que estaba cerca de Megg) Felicitaciones, Meggara-san. Conseguiste tu primer cliente regular.
Megg: (sorprendida) ¿Qué?
Atsuko: El hombre que se fue dijo que volvería aqui por vos, así que... Cuando regrese, será tu tarea atenderlo. Son las reglas del negocio.
Megg: (ruborizada) ¿En serio...? Wow, tengo mucho que aprender.
Restaba una hora para que el turno de Megg terminara. Después volvió al edificio con Atsuko, y en su habitación se encontró con Charlotte, quien recién se había bañado y no lucía de buen humor (al parecer, tuvo que compartir el baño). Pero al ver a su amiga, recordó lo que sucedió en la cafetería y su anterior apatía desapareció. Las dos charlaron sobre ello hasta que llegó Selenia, con una imborrable sonrisa de oreja a oreja, sobre la cual solo contestaba "nunca me subí a un auto tan lujoso" y no había modo de sacarle otra respuesta.
Ya juntas las amigas, comentaron sobre la jornada laboral antes de bajar a cenar y hablar con sus compañeras japonesas. Cuando Megg contó lo que ocurrió casi al final, el momento en el que el sujeto extraño con gafas dijo que volvería por ella, Selenia y Charlotte se alegraron a viva voz por ella.
Charlotte: No todos los días te dice eso una estrella.
Megg: ¿Estrella... ese sujeto tan raro?
Selenia: Si, es miembro de Breakerz. Encima... es el que está más bueno.
Megg: (desinteresada) Ah, qué tontería.
Selenia: Que no... (agarra su celular y busca una imagen) Mirá (le pasa el teléfono).
Megg había formulado una respuesta muy moralista, pero al ver la imagen, se atraganta con sus palabras por la sorpresa. El rubor se apodera de su rostro y sus ojos no pueden ocultar su impresión. Además, al ver su cara, Charlotte es invadida por la curiosidad, por lo que también quiere ver la fotografía, pero la rubia se lo impide.
Selenia: (mientras tanto, entre risas maliciosas y tono perverso) Esto va a estar buenísimo.

Aclaraciones:
1 Shin-cha es té verde frío (puede ser dulce), Oniguiris son bolas de arroz (generalmente de forma triangular) decoradas con algas de sabor suave. Tempura (o tenpura) es verduras y mariscos rebozados. Y okonomiyaki son crepes salados con carne, verduras o mariscos.
2 Kana es cada uno de los ideogramas de hiragana o katakana con los cuales se escriben las palabras, que se pronuncian en sílabas llamadas moras.
3. Yakisoba es una comida que consiste en fideos integrales cocinados a la sartén con verduras y carnes rojas o blancas. Mochi es una pasta de arroz. Y Shyabu-shyabu es finas tiras de carne cocinadas en agua hirviendo.
4. Manzana azul. Ao es azul. Ringo es manzana.
5. Una combinación entre super y casanova.
6. Ajisai es hortensia, la flor del encanto, y el suisen es el narciso, flor del egoísmo y la vanidad. El proverbio de Obatta significa que para la gente encantadora como Selenia no es bueno relacionarse con personas egoístas como Daigo.
7. Mil yenes son aproximadamente 41 pesos, a taza de 24.4 yenes por peso.
8. Calificativos de belleza: Kawaii es linda/o en sentido de tierno, adorable y alegre; y Moe es linda/o en sentido de llamativo y encantador.
9. Orenji juusu: jugo de naranja.
10. Konnichwa: buenas tardes. El saludo desde las 10.30 am hasta las 8 pm.
11. Las bandas: Asian es Asian kung fu generation, Uver es uverworld, y maximum the hormone. Y en cuanto a los géneros, solo aclaro que el metal melódico es una mezcla entre ritmo metalero y letras melódicas que te podrían deprimir si no hubiera un tanto rock detrás. Imagínense un Abrázame de Camila con metal detrás... es algo así.
12. Sayonara es el saludo de despedida.

9 comentarios:

  1. Si alguien tiene curiosidad por la canción que cantó Megg, Avíseme así dejo el video!!!
    Se ha reunido el trió de galanes! Cómo conquistaran sus corazones?

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    1. Yo kiero ver el video!! estas ninas son muy simpaticas!!

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  2. Me cuesta un poco imaginar a Megg cantando esa cancion...pero de seguro se versión era diferente, como menos alegre (?
    Y me encanto la forma en q todos terminaron en el mismo lugar...!!
    Ahora quiero saber si lo ultimo que dijo Selenia sera cierto...

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  3. Queres ver la fotito de Shinpei o saber si todo va a estar bueno???
    La foto la colgaré después, y en el prox capítulo habrá un giro inesperado (o eso creo)

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  4. me imagino a charlotte persiguiendo a akihide jaja buena esa!, y tmb me gusto la parte de la cancion de megg, super dulce es la cancion. esa cancion por las dudas no es opening de la serie anime Toradora?

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    1. Si, es el opening (aunque no conozco la serie). Elegí esa canción entre las que conozco porque es muy simpatica justamente.
      Uf, fue todo un desafio escribir esa humoristica persecucion. Que te ha parecido el primer encuentro entre Shinpei y Megg? Esta de mas decir que la parte de la foto fue extraida de la vida real.
      Selai

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  5. Slenia y Shimpei jajjaaj esa charla.... Ari

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  6. Megusto que los tres esten ahi, esta re copado como lo escribiste. Me gusto cuando Charlotte se cae y la sostiene Akihide y es muy gracioso como se despide Shimpei de Megg y ella que no entiende nada lol. Ari

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