miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo 1: Llegada a Japón.


El avión ha aterrizado. Larga es la fila para descender. El viaje fue largo y cansador, duró casi dos días (y un poco más por el cambio de horario). En ese tiempo no han visto a sus familias ni tuvieron contacto con ellas. Si hicieran algo malo, sería un secreto del que solo sabrían ellas. Los secretos se mantendrían entre las tres, cada suceso, cada palabra, cada recuerdo que pudiesen decidir registrar en una fotografía. La verdadera historia solo la mantendrán en sus memorias. ¡Están en el otro lado del mundo!
Luego de recibir su equipaje, se encontraron con el preceptor, quien estaba encargado de llevarlas hasta la universidad, pasando antes por la embajada, y al complejo de dormitorios para señoritas que cubría la beca. En este último lugar había un comedor en el cual todas las demás jóvenes hacían tres comidas (desayuno, almuerzo y cena).
Podría contarles los paisajes urbanos que deslumbraron a las tres muchachas, la paz que respiraron, los colores vibrantes y la música de la cuidad; podría relatar las emociones efusivas y casi incontenibles, alegres, joviales que ellas experimentaban al ver todo lo que veían, pero no. Para eso están ellas. A pesar de las limitaciones que sufrirían (aunque sabían que no podían esperar más de un programa de becas), eso no restaba importancia a la euforia que les atravesaba cada poro de su cuerpo. ¡Estaban en el otro lado del mundo! Y durante seis meses convivirían con personas que poseían una cultura muy diferente, caminarían por distintos lugares, los recorrerían, disfrutarían de nuevas experiencias que no encontraban en su tierra, y lo mejor de todo aquello es que nadie estaría al pendiente, vigilando escondido, nadie se metería en sus vidas ni juzgaría sus actos… Todo lo que ocurra permanecerá en Japón y en ellas.
La libertad que experimentaban no tenía precio, ni punto de comparación con otra cosa. Ellas eran jóvenes y conscientes de sus actos, las tres anhelaban esa libertad casi absoluta que pondría a prueba el carácter de cada una, su astucia, e incluso su inteligencia. Pero también sabían que ese privilegio implicaba un peligro, algo que no podían guardar en el bolso para el regreso a casa…
Una vez que llegaron al edificio para señoritas, el preceptor las dejó en manos de la portera, una mujer japonesa robusta y agradable, que les mostró el lugar: el amplio comedor, bien iluminado y ventilado, con muebles tan limpios que parecían brillar y colores suaves; los dos baños compartidos y por ultimo su habitación: las tres dormirían en el mismo cuarto, en camas separadas. Después del recorrido, la mujer las dejó instalarse, les deseó mucha suerte y, antes de irse, les indicó donde quedaban el templo y la plaza más cercanos. Luego se retiró cerrando cuidadosamente la puerta.
Una vez que quedaron solas, una de las jóvenes se arrojó sobre la cama que había escogido para dormir, otra observó por la ventana y la última comenzó a desempacar. Charlotte se quitó los zapatos para poder reposar todo su cuerpo sobre la cama.
Charlotte: (lanzando un suspiro y extendiéndose por toda la cama) ¡Estoy muerta! No pensé que hacía tanto frío por acá. (Cubrió un bostezo con la mano) Creo que voy a dormir hasta mañana. ¿Qué hora es, Selenia?
Selenia: (sin apartar la vista de la ventana) Pará. Quiero encontrar un combini [1].  Ahora no tengo plata, pero después voy a comprar ramen de todos los sabores y colores y olores.
Charlotte: Te vas a volver gorda…
Selenia: Gordita pero feliz. Panza llena, corazón contento.
Megg: (Mirando a Selenia) ¿Qué es un combini? (A Charlotte) Según mi reloj, son las seis de la matina [2], así que sumale doce horas.
Ambas miran a su compañera.
Charlotte: Gracias, Megg.
Selenia: Es un open all night.
Selenia se aparta de la ventana con una expresión de desconcierto, como si meditara (algo muy extraño en ella). Luego miró a sus amigas. Primero a Megg, quien intentaba acomodar su ropa fuera de su bolso, y luego a Charlotte, quien se tendía ahora de costado sobre la cama.
Selenia: (con pronunciación peninsular) Chicas, ¿os habéis dado cuenta de algo?
Charlotte: (ríe) Te sale bien ese español (ríe de nuevo) ¿De qué tenemos que darnos cuenta?
Selenia: De que la beca solo cubre estadía y comida. Pero, además de becadas, somos turistas (posa con los brazos extendidos y hacia arriba) ¡Y todo turista quiere recuerdos! (Deshace la pose) Ustedes saben a qué me refiero.
Megg: Pero era obvio que la beca no cubriría eso.
Charlotte: ¿Te vas a poner en plan de conseguir un novio que te compre regalos? No sería mala idea. Con nuestros encantos...
Megg y Selenia: Habla por vos.
Selenia: Podemos conseguir algo mejor que un novio... Chicas (las observa con seriedad y entusiasmo) seamos Freeters [3].
Charlotte y Megg: ¿Y eso qué es?
Charlotte: ¿No es la gente que consigue trabajo de tiempo parcial?
Selenia: Claro. Piensen en esto: El trabajo es solo de cuatro a seis horas, y en este país hay muchas oportunidades para los estudiantes tanto de secundaria baja, alta y la universidad. No tendríamos problemas en conseguir algo.
Megg y Charlotte cruzaron miradas de desconcierto ante el entusiasmo de su amiga.
Megg: Pero... ¿Qué clase de trabajo podríamos conseguir?
Selenia: Eso no importa. Solo concentrémonos en conseguir algo.
Charlotte: Pero...
Alguien golpea la puerta. Las tres jóvenes comparten una mirada, preguntándose cuál de ellas iba a abrir. Finalmente, como era la única que estaba de pie, Selenia caminó hasta la puerta para ver quien estaba del otro lado, lo que contaré en el próximo capítulo.

Aclaraciones:
1. Los Combinis son las tiendas que abren las 24 hs y ofrecen una variedad de productos y servicios, muy similares a las despensas de acá.
2.  Matina: Mañana.
3. Freeter es un apocope de Free timer. Se trata de aquellas personas que toman trabajos temporales, actualmente son un problema social en Japón.

9 comentarios:

  1. Me gusta como lo empezaste! Y estan buenas las aclaraciones, porque no sabia que significaba combini

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  2. La emocion de estar en Japon oh Dios!!!! Para que lado corre el agua del inodoro??? Ari.

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  3. Ahora puedo leer tu ff. Me gusta tu estilo selai.
    Nikke-hime

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    1. Gracias!!! Seguí leyendo la historia!!

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    2. PD: Disculpá la tardanza. Recién me fijo en este comentario.
      besos

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  4. Está bueno Andre! voy a seguir la historia jeje. Besos! Mary

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    1. Muchas gracias, Mary!! Espero que te siga gustando. Este es solo el principio ^_^

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  5. Woooo, me preguntó ¿Cómo rayos fue que he pasado tanto tiempo sin haber leído esto? Buen inicio, sin duda seguiré leyendo.

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