Hola mi gente bonita!!! Cómo han estado? Me extrañaron? XDD
Hoy les traigo un nuevo capitulo que... ah no... esperen. Es un nuevo informe!!! esta vez me toca el deber de mostrarles el oscuro trasfondo de uno de los personajes más simpáticos del Fiction : Con ustedes, nuestra amazona Selenia!!
Selenia:
Nombre completo: Selenia González.
En japonés: Serenia Gonsaresu.
Sobrenombre: Se-chan (en Japón), ushi, baka, saru,
Serenia-baka (por Daigo), loquis (por Megg).
Edad: 24 años.
Cumpleaños: 6 de febrero.
Signo: Acuario.
Estatura: 1.60 mts.
Peso: 52 kgs.
Descripción física: cabello oscuro corto. Ojos
oscuros, boca estrecha y labios un poco
gruesos. Tez bronceada. Brazos y piernas gruesos, caderas anchas. Abdomen plano
y cintura no muy estrecha. Músculos duros por el ejercicio.
Timbre de voz indefinido.
Carácter: es fresca y espontánea. Su
característica es la sinceridad, mezclada con brusquedad. También es muy
orgullosa.
No le importa lo que la gente piense o diga de
ella, por eso actúa de manera impulsiva y brusca. No le gustan los discursos
complicados, ni lo complicado en general.
Aunque se muestra siempre tal y como es, tiene
muchos secretos que solo guarda para ella, como su inevitable instinto
vengativo.
No es romántica, pero si apasionada y bastante
violenta. Llora solo por la rabia, o cuando siente que fue una estúpida.
Es una freak de lo asiático.
Habilidades: la barra fija, cocinar y coser.
También es buena haciendo tarjetas y diciendo frases brillantes de origen
desconocido.
Habla japonés fluido y chino básico. Sabe leer
en hangul y decir algunas palabras en ruso
Hobbies: comer, leer (sobre todo manga) y ver
doramas y todo tipo de series, hasta telenovelas. Disfruta investigando a la
gente
Familia: padres, dos docentes de primaria, un
hermano mellizo y una hermanita de 6 años.
Color favorito: azul y violeta
Comida favorita: preparada por ella, milanesas.
En Japón, ramen, soba y tamagoyaki.
Bebida favorita: submarino. Granadina.
Postre favorito: flan de dulce de leche y
anmitsu (en Japón).
Animales: una perrita/hija.
Chico ideal: Leonardo DiCaprio.
Si mañana se acabara el mundo: No haría algo en
especial, ya que de todas formas seria otro día perdido.
Un poco de su historia: Nació en un pequeño
centro urbano del interior, y no llego sola al mundo que le deparaba tantas
sorpresas. Ella y su hermano eran los primeros hijos de un muy joven matrimonio
de docentes que ni pudieron disfrutar de ser uno tortolitos cuando ya tenían
dos hijos a cargo. Selenia era una niña fuerte y energética, mientras que Andrés,
su hermano, ya desde pequeño resulto brillante. Aprendió a caminar y hablar con
mucha rapidez, mientras que a su hermana le costó un poco más.
Como Andrés avanzaba y aprendía con más rapidez,
captó la atención de sus padres, y Selenia fue dejada de lado paulatinamente.
Cuando tenía ocho años, su familia se mudó a un
pueblo campesino, lejos donde antes vivió... y lo que pudo representar para
ella la tranquila campiña... se convirtió en una jungla llena de animalitos
salvajes. Al cambiarse de escuela, fue separada de su hermano en distintos
cursos. Y mientras para Andrés todo era paz y tranquilidad, llena de niñas
"tontas" que le mandaban cartas de amor... Selenia sufrió acosos por
parte de un grupo de compañeros, quienes sentían por ella un desprecio
gratuito. Desde basura en el banco, desaparición de lápices y biromes, chicle
en el cabello, hasta persecuciones y golpes pintaron dos años de la vida de
nuestra protagonista.
Cuando estaba distraída, le corrían la silla
para que se caiga al suelo, una vez le arrojaron bebida hirviente encima. Esta
clase de calamidades la perseguían día a
día, pero el miedo que sentía por esos "monos" salvajes y brutos que parecían
disfrutar atormentándola, la hacía callar. Peor aún fue la actitud de sus
maestras, quienes, por envidia hacia su madre, nada hacían por protegerla.
El último ataque sin dudas fue el más bestial.
Selenia estaba jugando en el patio con las pocas amigas que tenía a perseguirse
una a otras cuando de repente frente a ella apareció uno de los mocosos que la
acosaba, y de varios golpes en el estómago, la derribo y no contento con esto, corrió
encima de nuestra protagonista. Como esto sucedió en el patio, frente a muchos
compañeros, resulto innegable e incubrible. Mientras la niña era contenida por
su hermano, la madre de Selenia exigió la expulsión inmediata del alumno o levantaría
una denuncia en el ministerio de educación, donde su padre tenía contactos,
para que sancionaran levantaran una sanción contra todo el colegio si era
necesario. Esto, sumado a que su esposo, por promoción de un curso, se hizo con
el cargo de director ante el retiro de la anterior autoridad... por fin la
suerte estuvo con la pequeña Selenia.
Al año siguiente, con su padre como máxima
autoridad y los acosadores lejos, los maestros envidiosos trasladados (aguanten
los contactos de su viejo, loco), Selenia pudo disfrutar más de la escuela, aunque
no del todo. Desde los once hasta que termino la primaria, un grupo de
compañeras no perdían oportunidad de insultarla e increparla por ser la hija de
la maestra o del director, pero ella, ya cansada de esa clase de maltratos, comenzó
a responderles como lo merecían.
Al fin llego la secundaria, lugar donde encontró
su verdadera pasión: el deporte. Aunque el primer año no le gustaron las clases
de gimnasia, porque solo había aerobics, pero en el segundo había llegado una
nueva profesora de educación física, quien comenzó a dar clases de hockey sobre
césped a las chicas. El primer partido resultó fascinante para nuestra
protagonista, así que ella y otras compañeras decidieron quedarse en esa
comisión, no eran muchas, pero si las suficiente como para formar un equipo (es
decir, solo 16 chicas). Reunirse con la profesora y practicar todos los días se
volvió algo muy corriente, y no demoraron en comenzar duros entrenamientos para participar en los
campeonatos provinciales. Todo el esfuerzo de ese primer año dio frutos:
Selenia no solo llegó a ser la capitana del equipo, sino que paso de pequeña y
menuda a… un poco menos pequeña pero ya no tan delgada, pues aumentó dos talles
de pantalón y uno de camisa. Eso sí, nada de grasa, su cuerpo se convirtió en
puro músculo y fibra, y tenía la fuerza de un toro desbocado.
A los 15, Selenia y sus compañeras participaron
en su primera competencia provincial y clasificaron a instancias nacionales, donde se posicionaron
entre los 10 mejores equipos. Esto solo entusiasmó más a las ambiciosas jóvenes,
quienes, guiadas por su dedicada profesora, organizaron más entrenamientos,
incluso campamentos que ni el invierno podía frenar. Por todo ese esfuerzo dio
frutos, pues al año siguiente, cuando llegaron las competencias ¡se
convirtieron en campeonas nacionales! Además, dentro de los encuentros
provinciales, Selenia obtuvo el reconocimiento a mejor deportista.
En todas estas actividades, Selenia jamás obtuvo
la aprobación de sus padres, pues para ellos hubiese sido preferible practicar
un deporte más femenino y salir con chicos que convertirse en una “marimacho”
de pocas pulgas y mucho músculo. ¿A ella
le importaba? Claro que no. Ya se había acostumbrado a que ellos odien todas
sus acciones y amen todo lo que hacía o decía Andrés. Mientras aceptaran firmar
los permisos, era suficiente, ni siquiera esperaba que fueran a los partidos ni
las competencias.
Pronto llegaron ofertas de colegios de la
ciudad, incluso del que tenía a las anteriores campeonas, y también de equipos
independientes. Selenia espió la que más le interesaba y, cuando planteo la
posibilidad a sus padres, ya tenía preparada la respuesta para cada pero, con
la mayor elocuencia que tenía disponible, aunque también estaba preparada para amenazarlos
con escaparse. Esto no fue necesario, ya que, extrañamente, sus padres
accedieron a viajar para conocer a fondo esa propuesta, y así dejar que su hija se desilusione sola.
El viaje solo sirvió para entusiasmarla. Ya estaba
pensado en muchos proyectos, el primero era mudarse y conocer nuevos amigos, el
segundo… ¡Hacerse respetar desde el principio! Ya nadie la trataría mal por ser
la nueva. Pero sus planes se vieron truncados. Estando en la ciudad, sus padres
aprovecharon para hacer trámites y la dejaron sola recorriendo el campo de
entrenamiento. Como a ella le extraño tanta tardanza, salió hasta la vereda
para esperarlos… y allí empezó su tragedia. Fue interceptada por unos delincuentes,
que parecían haberla confundido con otra persona, pues exigían a punta de
pistola que les entregara un dinero que ella no tenía. Quisieron buscarlo en su
mochila, pero Selenia empezó a caer en la cuenta de lo que sucedía, y se
resistió violentamente, lanzando patadas y golpes. En un intento por
dispararle, uno de los ladrones lanzó un tiro que termino… en el tobillo
derecho de nuestra protagonista. Por el horrible dolor que esto le produjo,
para los delincuentes fue fácil reducirla y desquitarse de los golpes recibidos
por ella. Fue tal la saña que hasta uno pensó en matarla, pero la policía llegó
a tiempo. Selenia terminó en el hospital, con lesiones en
las costillas, contusiones en la cara, los brazos y piernas, y el disparo en el
tobillo… que la dejó incapacitada para realizar deporte de por vida. Según el
médico, tendría suerte de poder llevar una vida normal, y tampoco sería
conveniente tener hijos. La articulación del tobillo, por el peso de un
embarazo, corría peligro de contagiarse al lado derecho y romperse, lo que
provocaría la discapacidad, quizás en ambos pies. Nuestra protagonista no solo
perdía la posibilidad de ascender en el mundo del deporte, sino que ya ni
siquiera formaría parte de él. Desde entonces, comenzó un periodo oscuro de su
vida. Nada quedaba de la muchacha alegre y jovial. Selenia se volvió agresiva y
despiadada, incapaz de tolerar una sola palabra en su contra: respondía a sus
padres de mala manera, una vez llegó a empujarlos, tenía pleitos con sus
compañeros por cualquier cosa, se dedicaba a destrozar los objetos que le eran
molestos. Su frustración no tenía límite. Aunque su familia la llevó a varios
terapeutas, después de la primera sesión se rehusaban a atenderla.
Cuando llegó el final del año, y con él, el fin
de sus días en el pueblo, Selenia y Andrés se mudaron a la ciudad. Sus padres,
contentos (o así lo parecían) anunciaron que consiguieron un bonito departamento
en una zona de inmensa diversidad cultural… y con esa frase se defendían cuando
sus hijos les preguntaban porque tenían que vivir en el barrio “chino”. Es decir,
fue el alquiler más barato que pudieron conseguir. Por suerte no resultó difícil
la adaptación. Selenia se vio forzada a tomar terapia con un psicólogo japonés
del barrio, un buen hombre, inteligente y pulcro, que en la primera sesión, después
de escucharla, preguntó: ¿Después de haber hecho todo lo que hiciste, que te
diferencia de los delincuentes que te asaltaron? Esto dio un giro inesperado
para ella: básicamente, comenzó la verdadera curación.
Tuvo que tener un año completo para curarse
realmente, y en ese tiempo hizo varios cursos y un test vocacional para poder
encontrar el nuevo rumbo en su vida, pues crisis es también oportunidad. Finalmente
llegó a la universidad como una nueva persona: como la Selenia que conocemos
ahora. Todo esto fue posible gracias a la terapia, a los amigos que hizo en el
barrio, quienes le influenciaron lentamente una admiración por Asia, aunque esa
no era su intención. Este fanatismo y la idea de la beca fueron de la mano.
En cuanto a la vida romántica, durante la
secundaria Selenia no tuvo lugar en su corazón para otro amor que no fuera el
deporte, pero cuando comenzó la terapia en la cuidad, volvió a encontrarse con
uno de sus compañeros, Alejandro, quien siempre se había sentido atraído por
ella. Como había química entre ellos, y se divertían mucho juntos, decidieron
comenzar una relación. Pero, por muy cómoda que se sintiera a su lado, algo no
podía salir de la mente de nuestra protagonista: Si quedaba embarazada, se
convertiría en una discapacitada. Ya había escuchado a varios testimonios de métodos
anticonceptivos que no resultaron, pastillas del día después con graves
consecuencias, entre otras cosas, y todo eso, mas su triste pasado, fue
suficiente como para rehusarse a tener relaciones sexuales. Lo quisiera o no,
en las tres relaciones que tuvo a lo largo de su vida, no pudo concretar algo
así. Los recuerdos lo impedían en cada vez, y obviamente ninguno de los
muchachos tenía paciencia suficiente como para tolerarlo.
Dejaré que ella les cuente en alguna ocasión que
pasó con todo esto de sus hombrecitos. Lo hará, créanme. Al menos un personaje
se lo preguntará.
Y bien, esta es la Selenia que conocemos ahora. ¿Qué
les ha parecido su historia?
Pronto volverán a saber de mí. Se viene un nuevo
capítulo alucinante. Espérenlo!!
Sayonara!
Hola! Llego el turno de Selenia, ya queria saber un poco de su historia :D
ResponderBorrarDios pobre Se-chan que crueles pueden llegar a ser los nenes y cobardes por agredir a alguien que no se defiende, pero mucho peor sus maestras por no defenderla ashh se merecerian un golpe de la Selenia actual. Me encanto la decision de su padre de trasladar a las maestrar y poner un fin a los maltratos!
Wow ahora entiendo de donde salio su fuerza! Que genia, jamas fui buena en el deporte xD
lastima que todo termino tan mal, que mala suerte no me extraña que quedara tan marcada y frustrada :(
Por suerte ese psicologo pudo ayudarla, que seria del fic sin el animo de Se-chan? Me encantan sus bromas :P
A esperar que cuente que paso con sus relaciones ahora!
Saludos!! ^^
Hola Nadia!!! Primer comentario!
BorrarAlgo me dice que tenes un poco mas de simpatía por Se-chan, jajajah. Los personajes brillantes y alegres de este Fic por lo general guardan una cruda historia detrás, eso los hace valorar mas las cosas y disfrutar mas los momentos.
Yo me he encontrado niños malos y buenos, así que sé que pueden ser tan crueles. Y la envidia es muy común en los pueblos chicos.
Ese misterio se resolverá pronto! Paciencia!
Saludos y gracias por la incondicionalidad!!! ^_^
Hola! ^^ Ohhhh pobre Se-chan D: !!!!! Que bueno que la terapia le haya ayudado con los fantasmas del pasado y si, ahora se explica varias cosas de ella con este trasfondo contextual. Me pregunto cómo Daigo le hará cambiar de parecer con esa cuestión suya de no querer tener relaciones por su problema.
ResponderBorrarPor fin Selenia che.
ResponderBorrarWeeee yo soy más pesada que Selenia y mido un porquitin menos, que bajón, si a ella le dicen gorda pues yo soy una obesa adicta a las papas fritas :( .
Jueee, si en la escuela así de jodidos eran los pendejos lo del chicle, que te corran la silla y la basura en el banco lo he vivido (qué recuerdos). Nooo porqué no hizo nada? Weeee yo sabes qué? Mínimo llorando lo dejaba ¬¬,
Sii jaja aguante el viejo y sus contactos. Que bobos (los compañeros) en vez de odiarla, deberían haberse hechos sus amigos/as para no tener problemas jaja.
Me encantó su vida deportiva que genial. Toda una celebridad Selenia. Pero que a sus padres no les importe me parece de lo peor.
Y lo del asalto fue queee? Encima eso fuaaaa muuy Candy jajaja :P
No solo no puede quedar embarazada tampoco podría aumentar de peso y creo que ella come mucho, bue sera su metabolismo. Me gustaría saber la historia de cómo se conocieron las tres protagonistas. Bye!!!