Flashback 4

Maya fue avisada por Atsuko y Selenia que Charlotte la estaba esperando en el jardín de la mansión, pero que tenga cuidado porque la pelirroja llego muy alterada. La muchacha castaña se extrañó de tales noticias, así que fue a donde la esperaba su amiga, con el ánimo precavido e incipientes nervios que no trastornaban su estado… todavía.

Maya: Charlotte.

Charlotte: (la mira repentinamente, con cierta severidad) ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?

Maya: (sorprendida) Yo no hice algo que puedas reclamarme. ¿Qué te pasa?

Charlotte: Es tu culpa de alguna forma… (Se siente nerviosa) Akihide… estaba a punto de besarme… pero vos te interpusiste.

Maya: ¿Recordaste lo del jueves? (piensa un momento) Charotte… ¿No estarás dudando… después de lo que pasó?

Charlotte: (precipitadamente) Yo no estoy dudando. Se perfectamente que me gustan los hombres.

Maya: No estés tan a la defensiva. Te voy a contar algo:

“Yo, cuando estaba en secundaria alta… tuve mi primer novio. Él también fue mi primera experiencia. Yo lo quería mucho… sentía que lo amaba de verdad. Durante el último año llegaron nuevos alumnos al colegio, entre ellos una chica que fue mi amiga. Las dos congeniamos desde el principio. Nos volvimos muy cercanas rápidamente. Un día ella fue a mi casa para hacer un trabajo y nos encerramos en mi habitación. Trabajamos hasta que se fue mi mamá… Y después nos pusimos a escuchar música y a bailar como dos locas, fue muy divertido. En un momento ella grito que nunca conoció a alguien con quien se llevara tan bien como conmigo… yo le grite lo mismo. Y en un momento nos callamos… nos miramos un poco extrañados. Creo que las dos nos pusimos nerviosas de la nada… pero sentíamos un magnetismo la una por la otra. No sé cómo explicártelo bien, pero nos dimos un beso de repente (se toca la boca, pero casi al instante baja la mano). Luego nos alejamos y comenzamos a murmurar al mismo tiempo: esto no pasó, no pasó, no pasó… De repente ella se puso de pie, me miró y me dijo: Maya… creo que me gustas. Esa fue la experiencia más extraña de mi vida. Yo le dije que tenía novio, ella se puso triste, quiso irse, pero yo la detuve, no quería que se fuera así… entonces la bese también. Me di cuenta de que ella me gustaba, así que le pedí a mi novio que nos diéramos un tiempo… y no fui muy buena con él, porque… durante ese tiempo experimenté con mi amiga...”

Charlotte: (impresionada por todo lo que escuchó) ¿Y hasta adonde llegaron?

Maya: A… comprar un manga yuri, porque no sabíamos cómo lo hacían las chicas. Hicimos esa clase de locuras. Yo me di cuenta de que no era muy normal. Me gustaban los chicos, y me sentía bien con mi novio, pero… lo mismo pasaba con mi amiga… (Observa a Charlotte) Tal vez te está pasando lo mismo.

Charlotte: Tu historia es inspiradora, créeme. Pero no lo creo.

Maya: Entonces… ¿por qué los recuerdos te interrumpieron?

Charlotte: Fue autoboicot, seguramente.

Maya: (comienza a mirar a un lado y al otro, como revisando el perímetro) ¿Y si probamos?

Charlotte: ¿Qué? Te volviste loca.

Maya: ¿Qué sentís cuando Aki-sama está por besarte?

Charlotte: ¿Yo? Quiero que lo haga. Siento mucha ansiedad porque me bese de una vez.

Maya, apenas la pelirroja termina de hablar, la sujeta por el rostro, estampándole nuevamente un beso en la boca. Pero pasan solo tres segundos (en los que Akihide aparece por un costado, ve semejante imagen (la castaña besando a Charlotte) y se va, mareado y confundido), y la pelirroja ya aleja a su amiga súbitamente.

Maya: (Antes de que Charlotte pueda reprocharle) ¿Sentiste algo?

Charlotte: ¡Maya! ¿Cómo pudiste? Claro que sentí algo: me asusté.

Maya: Entonces ya tenés tu respuesta. No te gustan las mujeres, o por lo menos yo no te gusto.

Charlotte: (entendiendo todo) Tenés razón… no sentí lo mismo que con Akihide.

Maya: (más tranquila) Solo fue autoboicot.